Por Pedro Solans
En el encuentro que mantuvo el presidente Javier Milei con el papa Francisco en la reciente gira del mandatario, el Sumo Pontífice ya conocía el Informe y le hizo saber su preocupación por la situación que atraviesa la mayoría el pueblo argentino.
El 57,4% es el nivel más alto desde el 2002, cuando había alcanzado el 54% y equivale a unas 27 millones de personas pobres y de las cuales 7 millones están en situación de indigencia.
Según el Informe de la UCA, “para ponderar el agravamiento de la situación social se realizaron dos ejercicios de simulación en función de los ajustes aplicados a los microdatos de la EDSA (Encuesta de la Deuda Social Argentina) del tercer trimestre de 2023.
El primero recalcula el nivel de indigencia y pobreza en la situación de incremento de canastas y actualización de ingresos laborales y no laborales de diciembre de 2023. El segundo de los ejercicios reproduce la situación de costos de canastas y los ingresos laborales y no laborales de los hogares de enero de 2024″.
Las estimaciones de pobreza e indigencia del Observatorio de la UCA, que tiene sus propios relevamientos, resultan alarmantes sobre la situación social de Argentina.
Las regiones más pobres
La región más pobre de la Argentina es el Noreste, donde el índice de pobreza ya alcanzaba el 42% en la primera mitad del año pasado. También es la zona con mayor nivel de indigencia (10,6%). Abarca las provincias de Chaco, Formosa, norte de Santa Fe, Corrientes y Misiones. En orden descendente, siguen el Gran Buenos Aires (41,4%), el Noroeste (41%), Cuyo (40,7%), la región Pampeana (36,8%) y La Patagonia (33,2%).
La coyuntura económica que provocó el incremento de la pobreza hacia finales del 2023 y comienzos de 2024 fue en todo el territorio.
Estatizar lo básico para que el mercado se escape
La gestión libertaria del presidente Milei implementó una estatización de lo esencial de la vida como alimentarse, sanarse, educarse, entre otros servicios y dejó libre al mercado para que se escape y se lleve las ganancias al exterior sin pagar impuestos.
Liberó sin condiciones los precios de los servicios esenciales que se fueron a las nubes, elevados, sin control ni parámetros. A tal punto que el costo de vida en cualquier ciudad argentina es superior al de cualquier ciudad europea; por ejemplo, es más caro comer en Buenos Aires que en Madrid o Barcelona.
Pero con la gravedad que la persona que vive en la capital argentina tiene salarios promedio cinco veces más bajo que la que trabaja en las ciudades españolas.
Esa situación implica que sectores sociales como lo de clase media y media alta han dejado las obras sociales prepagas y se volcaron a los hospitales públicos, es decir, estatizaron sus necesidades en salud con la gravedad, que la Nación restringió los presupuestos para la sanidad pública es decir la precarizó aún más.
Lo mismo sucede con la educación, las escuelas y colegios privados están viviendo el éxodo de alumnos hacia las instituciones educativas públicas donde los docentes a pocos días de empezar el ciclo lectivo están en lucha por sus salarios y por las condiciones edilicias y de enseñanzas.
También el panorama es preocupante en el sistema de transporte público. El incremento del billete o boleto supera el 150% y no puede ser absorbido por el salario estancado de quienes usan trenes, colectivos, subtes para ir al trabajo.
En resumen, el gobierno de Milei estatizó las necesidades de la población y dio riendas sueltas a los índices de las ganancias de las grandes empresas, a la cuales las exceptuó de impuestos, tasas y contribuciones y les allanó los caminos para que sacaran sus grandes ganancias afuera del país.
La tan promocionada reducción del estado que prometió recae hasta ahora solo en “el sacrificio” de la gente, que sigue, además pagando sus impuestos, y la Argentina poderosa a la que se refiere Milei es la que no paga impuestos, exceptuados por el propio presidente, la de las grandes corporaciones e incluye a la “casta política”: diputados, senadores funcionarios del gobierno, que son los que tienen poner “la cáscara de legalidad” al sufrimiento de la mayoría de los argentinos, incluidos los propios votantes de ese Milei predicador de ofrendas y odios que usa flyers e imágenes como si estaría jugando como niño caprichoso con los nuevos dispositivos tecnológicos.
Publicado en fuentesinformadas.com