Ante la incertidumbre tras la propuesta del Gobierno nacional de incluir un incremento adicional del 10% para compensar la inflación del primer trimestre para los jubilados y pensionados, y aplicar una nueva fórmula jubilatoria que regiría desde abril, la abogada Mayra Leguiza visitó lo estudios de CIUDAD TV para dar cuenta del actual sistema en materia previsional en el país.
“Lo importante es recalcar que a la persona que ya tiene el beneficio, que es un derecho adquirido, no se le va a quitar ni se le va retrotraer ese derecho. Si esto sale, va a ser para los futuros jubilados y pensionados porque no se puede retrotraer derechos en materia previsional”, sostuvo sobre el proyecto que este miércoles pretendía tratarse en la Cámara de Diputados de la Nación, sesión que no prosperó por falta de quórum.
La letrada explicó que “aún están vigentes las dos moratorias, el plan de pago de deuda previsional y la moratoria para acceder a la jubilación anticipada y el reconocimiento por tareas de cuidado, que es un reconocimiento para las mujeres amas de casas y que criaron niños”.
Si bien reconoció que “hay mucha información de que quieren convertir a los jubilados en una especie de beneficiarios de planes sociales o que van a volver las AFJP”, aclaró que “todavía no es algo que se haya sido legislado o decretado y entrado en vigencia”. “Es distinto porque los beneficiarios de una jubilación o una pensión acceden a una obra social, reciben aumentos mensuales, semestrales o bimestrales como los beneficiarios de la mínima y tienen descuentos en medicamentos, entre otros; y si los convierten en beneficiarios de planes sociales recibirán una ayuda social, un monto ‘x’ por mes, pero nada más que eso y van a dejar de percibir las otras prestaciones que hoy en día perciben los jubilados y pensionados”, advirtió.
Sobre el actual sistema, detalló que para “la persona que decide acceder al beneficio de la jubilación con algún tipo de moratoria, se le va haciendo un descuento bastante alto que hoy está en 16 o 17 mil pesos mensuales, dependiendo de qué cantidad de cuotas elige la persona, si 90 o 120, y lo que hace es pagar con su jubilación pero accede a la mínima. Es decir, de esa mínima se le descuenta ese importe. Generalmente, si uno elige jubilarse con una moratoria es porque no llega con los aportes. Es un régimen integrado que beneficia a las mujeres que han trabajado en casas de familias y no han sido reconocidas por sus empleadores o han criado niños, a las que se le reconoce un año de aporte por cada hijo en materia general y después les cobran los años que le faltan con ese tipo de moratoria, pero acceden a la mínima”, puntualizó.
“Esa moratoria se ajusta a la inflación, cada tres meses reciben un aumento aunque por un decreto presidencial puede cambiar. Ahora, se está manejando establecer un aumento mensual que se ajuste a la inflación y aparte un 10% más para compensar lo que anteriormente no se había pagado, por el arrastre de la inflación anterior. También lo que se quiere hacer es retener acciones de empresas que tienen deudas con el Estado para así volverlo al fondo de sustentabilidad que es donde sale el dinero para las jubilaciones y pensiones”, indicó sobre la propuesta del gobierno nacional.
Leguiza reconoció que el actual sistema funciona aunque cuestionó “el plan de pago de deuda previsional ya que cuando era un proyecto esa ley prometía muchas cosas y no hizo más que causar más desigualdad. Porque si la persona no atraviesa el socio económico, como lo llama Anses y que es como una evolución, le da la posibilidad de pagar la deuda previsional pero en un pago. Para los que pueden acceder funciona pero el descuento es enorme, incluso la jubilación mínima es inhumana porque hoy una persona necesita mínimo 650 mil pesos para no ser pobre y la mínima con bonos, que no hacen al carácter remunerativo del haber, es 205 mil y si se le descuenta la moratoria, en mano, termina cobrando mucho menos”, planteó.
Por último, expresó preocupación por la falta de agentes en la delegación de Anses ya que las “jubilaciones están muy atrasadas, las pensiones también, más de cuatro meses”. “Esto acarrea que los dependientes no puedan tomar muchas decisiones y eso genera un retraso en el pago de haber y ni hablar en la pérdida del sistema porque esa persona merece después un retroactivo al momento del inicio. Termina perdiendo el Estado y la persona beneficiaria”, subrayó.