Durante el control de la carga, constataron que transportaban bochas de heladeras, acondicionadores en desuso, hierros, aluminios, y otros metales, cuya naturaleza son considerados como residuos peligrosos y chatarra.
Dichos elementos tenían en la estructura de los acumuladores pérdida de fluidos y esparciendo emisión de gases y olores nauseabundos.
Además, los vehículos no estaban habilitados para comercializar chatarras; ya que no poseían certificado que acredite ser operadores, generadores ni transportistas de residuos peligrosos; todo en función a los alcances de la Ley Provincial N° 777-R Residuos Peligroso. Tampoco contaban con Certificado de Ambiental que justifique esa actividad.
Finalmente, se labró Acta de Intervención por la normativa específica, ya que la actividad se halla prohibida en territorio provincial.