“No vamos a completar nada. Los avales han sido presentados y desaparecieron”. El sábado por la mañana, desde el círculo más chico de Ricardo Quintela marcaban posición respecto a la decisión de la junta electoral del Partido Justicialista. El cuerpo que preside el formoseño Armando Cabrera le exige a “Federales, un grito de corazón” reemplazar los casi 14 mil avales impugnados para poder participar de la interna contra Cristina Kirchner el 17 de noviembre.
“No tenemos que completar nada, no vamos a completar algo que sí presentamos”, agregaba en diálogo con Ámbito colaboradores cercanos al riojano, donde confirmaron que el lunes llevarán el caso a la Justicia. La decisión de ese espacio se formalizó horas después a través de un comunicado. “Rechazamos la decisión de la Junta Electoral del partido sobre la no oficialización de nuestra lista ‘Federales’, basada en argumentos totalmente incorrectos y fuera de término”, dice la misiva en su introducción.
Para los apoderados de Quintela, Jorge Yoma y Daniel Llermanos, los tiempos para rechazar avales ya había caducado y solo restaba subsanar observaciones en la conformación de la lista.
Las versiones son cruzadas, en el entorno de Cristina Kirchner, que encabeza la lista “Primero la Patria”, se desentienden de la decisión de la junta y aclaran que ese cuerpo de quince miembros está integrado por dirigentes de todos los espacios, y que la decisión fue unánime. No firmó la puntana Eugenia Catalfamo, exsenadora nacional y alfil de Alberto Rodríguez Saá, uno de los vices de la nómina de Quintela.
Dicen presentes en esa reunión que se ausentó sobre el cierre del cónclave, hecho que no quita la unanimidad de la resolución. Pero en el campamento riojano acusan que el acta de la junta ya estaba redactada cuando comenzó la reunión el viernes a las 18.30, sin chances de cambiar ni una coma.
Neutrales de la junta consultados por Ámbito expresaron que había errores de todo tipo en la presentación de la lista de Quintela. “En general, si faltan avales, deberían tener las fotocopias. En algunos casos falta algún dato. No deberían tener problemas en subsanar los problemas marcados en 24 horas”, dijeron.
El plazo de la junta para volver a expedirse vence el domingo a las 11. En el bunker del mandatario riojano fueron horas agitadas pero nada indica que vayan a acatar la exigencia, y por lo tanto solo quedará en pie “Primero la Patria” como única lista. Así, la realización de las elecciones internas quedará en manos de la Justicia.
“Lo que nunca dijo la junta en ese escrito es que en el registro digital están todos los avales”, dijeron en la trinchera de “Federales”, e insisten en que “es una locura lo que están planteando, es un artilugio de muy mala fe”.
Versiones cruzadas
“Está todo mal barajado desde el inicio. El peronismo no ha hecho elecciones en más de 30 años. Entonces no tenemos ni idea de cómo llevar adelante un proceso electoral. Pero tampoco hay ganas de llevar adelante una interna. Entonces, para la próxima que directamente no se convoque a ninguna interna, que se convoque a generar una lista de unidad”, dijo en diálogo con Ámbito otro miembro de la junta electoral, de los neutrales. Y agregó: “Convivimos con un reglamento que es de hace 20 años y que jamás fue modificado, no tiene nada que ver con nuestro contexto actual y con lo que vivimos en el peronismo”.
La estrategia de Quintela se terminó de definir este sábado, pasado el mediodía, a través una videoconferencia que decantó en el comunicado lanzado a través de las redes.
“Desde nuestro espacio, exigimos que se garantice el correcto cumplimiento del proceso, en el que primen la transparencia y el derecho democrático”, menciona el texto, el cual que se asienta “en virtud de que ha vencido el plazo previsto en el art 21 y 22 del plexo normativo vigente, para oficializar de la lista que postula como candidato a Presidente del PJ al compañero Ricardo Clemente Quintela”.
Entre los escenarios posibles aparece ahora la chance de que las elecciones internas del peronismo se terminen postergando por esta batalla que seguirá en los tribunales. Hasta hace pocos días, voces de dirigentes, principalmente cercanos a Quintela, mencionaban que eran pocos los días para organizar la logística de una elección para la que están habilitados tres millones de afiliados. Un padrón mayor, por caso, que el de los comicios generales de Uruguay que se llevan cabo este fin de semana. Aunque, claro está, en el PJ la participación no es obligatorias.
De todos modos, en especial desde “Primero la Patria” avanzaron para conseguir las seis mil urnas que se pidieron de forma original a Nación. El Gobierno nacional aportó 3.200 y el resto se saldaría a través de una donación de la CGT. Los costos también dejaron de ser un problema, al igual que otros aspectos de la logística. Empezó, así, a generarse el consenso para que el 17 de noviembre se votara. A lo sumo, la postergación hubiese llegado a ser de una semana y no hasta marzo como pedían otros dirigentes.
Por eso, en el kirchnerismo ahora creen que el “avales gate” le dará al riojano la posibilidad de estirar los plazos, o bien de blandir la bandera de la proscripción, como insinuó el viernes en un comunicado en que denunció intentos de “privatizar” el partido. Un disparo directo a La Cámpora. En relación con los avales, el apoderado del PJ, Eduardo López Wesselhoefft, afirmó: “Que se robaron los avales es una excusa de lo más pueril”.
En declaraciones a AM750, sostuvo que “le faltan 10.000 avales a la presentación de Quintela” y que “hay diferencias entre el pendrive y el soporte papel”. Los usos y costumbres en cualquier campaña electoral llevan a que siempre se guarden avales en el cajón para poner como reemplazo ante las objeciones potenciales de la junta electoral, máxime cuando se presume que ese cuerpo juega en contra. Ese manojo de papeles no parece estar a disposición.
“Al final, tanto que reclamamos democracia hacia adentro, no la tenemos. No tenemos democracia, no hay federalismo, no hay diálogo, no hay participación de todos los movimientos. No se va a presentar la documentación porque ya se había presentado y estaba corregida”, afirmaron a Ámbito desde un espacio que decidió acompañar a Quintela. “Es difícil para el interior que alguna vez podamos llegar a conducir el Partido Justicialista Nacional, son reglamentos excesivos, restrictivos, que cada vez se emparchan más para bloquear a todos los que no sean el poder, que tiene más estructura”, añadió.
La pulseada en el PJ, de la que también está expectante Javier Milei en sus intentos de subir al ring solo a Cristina Kirchner para polarizar con facilidad, entró en un estado de incertidumbre. Una mancha para la democracia interna del peronismo, que necesita normalizar el marco institucional para pensar en 2025. Y, acaso, en 2027.
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