Habiéndose cumplido 11 años del papado de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, primer jesuita y latinoamericano en llegar a tan alta responsabilidad, monseñor Ramón Alfredo Dus, reflexionó que “para nosotros siempre es un grato recuerdo volver a su persona, su memoria. Estamos en esta situación muy convulsionada a nivel mundial, con todo lo que tiene que ver con la paz, la ecología, y después nuestras relaciones de país”.
Agregó que “lo sentimos realmente cercano. Yo estuve ayer en una reunión de la Comisión Permanente, que es de regiones, y llevo la representación de los Obispos del NEA. Y ha sido un momento grato para saludarlo, con el deseo siempre de que venga. Vamos a ver si nos concede la gracia de hacerlo”.
“Como nos conoce y estamos en contacto frecuente, el vínculo es muy fraterno. Para nosotros hemos ganado con el representante de Jesús, como lo creemos. Y él siente también esa cercanía y la predica y valora mucho. Creo que nos ha puesto en el corazón por los más alejados, lo que él llamaba en su momento las fronteras existenciales”, acota monseñor Dus.
Dice que “esa gracia la agradecemos” e informa en cuanto a la salud de Francisco, que “él es un poquito caprichoso para no hacerse operar de las rodillas, habiendo una posibilidad, según entendemos, de que se mueva mejor. Tiene un poco de miedo a la anestesia y a lo que pueda suceder con sus años. Pero de todas maneras siempre está con esa claridad de pensamiento, y creyendo que si las posibilidades a veces le impiden la misión, lo ha dicho más de una vez, no le costaría hacerse a un costado”.
Opinión del papado
Menciona allí el ejemplo del Papa Benedicto XVI, y luego vierte su opinión sobre el papado de Francisco, estimando que “podría definir su gestión como Un Amor Magnánimo, no sólo la caridad, un amor de alma grande para tratarlo a su corazón y a la Iglesia, En primer lugar siempre me impresionaron sus entrevistas a los medios italianos, cuando le preguntan si la iglesia debe imponer sus dogmas, y dice que la verdad implica siempre una relación con el otro, no es una imposición de ideas”.
“La otra idea es lo que el marcó mucho como el año de la misericordia. Que todos, como Iglesia y también para mirar el mundo, es necesario que estén conscientes que somos fruto de la misericordia de Dios. Desde esa conciencia, que la podemos ver reflejada en nosotros, él dice que la misericordia siempre es con Dios y gratuita, inmerecida, incondicional. Eso debería calar siempre en nuestra vidas”, asevera Dus.
“En el último documento, para la reforma de la Curia Vaticana, la ha puesto como ejemplo. Que toda la estructura de la iglesia está para el servicio y la misión. No para conservar. Por eso decía eso de Un Amor Grande, Magnánimo”, quedándose personalmente con ese perfil del Papa.
Sobre la situación Argentina
Por último, Monseñor Dus brinda su opinión sobre la situación del Chaco y el país, desde la visión de la iglesia, haciendo saber que “la Comisión Ejecutiva de la Conferencia llevó al Presidente el diálogo que tuvimos entre nosotros. Con estas preocupaciones, que lo sentimos cercano a la gente. Esta preocupación de ayudar y ponerse a disposición para garantizar ese camino que es tan difícil en este momento, sobre todo para nuestra gente. Estamos en un momento crítico, difícil, como en un eslabón para una nueva etapa, y ojalá que así sea. Las pruebas, los desafíos, nos deben ayudar para ir adelante”.
“Y rescatamos la idea de que a los tiempos difíciles Dios no los hace más fácil, pero nos da la fuerza para caminar en esperanza, por la vida nuestra, la vida de la gente. Apostamos a la esperanza, aún en medio de las dificultades”, concluyó Dus.




