Salvador Femenía, vocero de CAME, dialogó con CIUDAD TV luego de darse a conocer el registro de ventas por el Día del Padre que marcó una caída interanual de entre el 2% y 3%, “realmente un resultado bastante magro, bastante mediocre, que no cubrió las expectativas y que no le agrega mucho a la ecuación económica del comercio en este mes”, afirmó.
Indicó que el ticket promedio fue de $ 41,30, y aseguró que si se tiene en cuenta “todo lo que es periféricos de celulares, accesorios, artículos del hogar, electrodomésticos; es bastante pobre, porque significa en términos reales un 8,9% menor a lo del Día del Padre del año 2024”.
“Es muchísimo menos. Estamos midiendo 1,7% de baja respecto del Día del Padre del 2024, cuando ese día había bajado respecto 2023, 10%. O sea, que tenemos una baja del 1,7% sobre una baja del 10%”, acentuó.
Mencionó que en este registro, los rubros que más se movilizaron fueron periféricos, accesorios para celular, electrodomésticos. En menor medida, farmacia, y calzados. Fueron los cuatro rubros que dieron positivo. Calzado, algunas décimas positivo nada más. Y tenemos como caída: librería, textil e indumentaria con caídas del 6 y el 12%”.
Remarcó la caída en textiles e indumentaria porque tradicionalmente para esta fecha se regala alguna ropa o calzado deportivo, “eran regalos casi típicos del Día del Padre. Vemos que va perdiendo importancia el Día del Padre como un evento comercial”.
La baja también se da en medio del esfuerzo que realiza el comerciante para esta fecha con descuentos por pago de contado, promociones de billeteras virtuales, de tarjetas con financiamiento en cuotas. “Es todo un combo que son herramientas de utilidad para el comercio y estamos en esta situación, con estos números”, lamentó.
Sobre la competencia que plantea para el comercio formal la venta en redes o vía online, resaltó que el impacto es negativo y sobre todo para la indumentaria. “Hay mucha oferta de informalidad. Acá en Buenos Aires tenemos algunos puntos que son neurálgicos en ese tema, más el marketplace que también es un límite informal, más la competencia con el comercio electrónico, más la competencia con las compras que se realizan directamente al exterior”.
Advirtió que ya hace unos meses el gobierno aumentó el mínimo para importar a 3.000 dólares y que con el tipo de cambio y la diferencia de precios, “está trabajando bastante fuerte en competencia con el comercio local establecido. Es una competencia para la cual en estas condiciones no estamos preparados. Hay un tema de costo estructural de Argentina, y hay un tema de cuestiones tributarias”, sostuvo y advirtió que entre impuestos, nivel de inflación y de rentabilidad que tienen los comercios “es incompatible”.
A futuro, no ven mayores cambios desde CAME que desde el mes de marzo viene con registros en bajas, inclusive en alimentos y bebidas. “Si no ocurre nada puntual, si no pasa algo en el mercado que le dé un poquito más de de aire a los salarios, por ahora, vamos a transitar este camino”, afirmó. “Creo que vamos a tener un panorama bastante duro como ahora”, concluyó.