“La incertidumbre se traduce en precios, puede haber algún caso, pero de ninguna manera hay especulación en los supermercados pymes, de proximidad, en los distribuidores chicos; al contrario. Es una verdad a gritos que nos hemos descapitalizado, es imposible recomponer los stocks”, aseguró y recalcó que diariamente “uno se encuentra con precios que no sabemos de dónde salen. Creo que la industria tampoco sabe el precio que está cobrando, aumenta lo que cree que puede ser”.
Afirmó que “en los últimos 10 días, casi toda la mercadería aumentó hasta el 50%”. “Creo que en algún momento, se tiene que equiparar el producto a la capacidad de compra de la población sino van a ir desapareciendo marcas y productos de la góndola. Ya viene pasando, como el caso de los quesos duros que prácticamente se venden nada, sale algo de cremoso o de muzarella”.
“Está complicado y a todo esto se suma que la industria se cerró, están entregando lo justo y necesario. Algunas ni siquiera toman pedidos, entregan lo pendiente o la mitad de lo pendiente y esperan nuevas medidas. Es una barbaridad mantener a todo el país parado”, aseguró Simons.
Consultado sobre el movimiento del consumidor en los últimos días, aseguró que se inclinó por compras en mayoristas y en menor medida en supermercados de cadenas, “pero no se lo vio en nuestros negocios”. Aclaró, no obstante, que el nivel de compra es muy bajo teniendo en cuenta que una compra mínima ya promedia los $30 mil con salarios que en su mayoría rondan los $250 mil.