En un contexto de fuerte tensión entre el desarrollo urbano y la defensa del ambiente, Rubén Sinat, gerente de la empresa Patagonia Construcciones, salió públicamente a defender el proyecto inmobiliario que lleva adelante en inmediaciones de Laguna Francia, en Resistencia. “Nuestro proyecto no afecta a la laguna. No la tocamos ni la invadimos. Todo lo contrario: la protegemos”, afirmó en diálogo con CIUDAD TV.
La declaración del empresario se da en la antesala de una audiencia de conciliación convocada por la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial, que busca resolver el conflicto judicial entre la constructora, la Municipalidad de Resistencia y vecinos del barrio Villa Altabe, quienes desde 2019 se oponen al emprendimiento. Cabe recordar que en diciembre pasado, el juez Julián Flores dictó un fallo sin precedentes que declaró a la Laguna Francia como “sujeto de derecho” y suspendió toda actividad de obra en sus alrededores.
Sinat explicó que el desarrollo urbanístico no solo cuenta con todas las autorizaciones requeridas, sino que además fue reformulado para reducir su impacto. “Ocupamos solo el 18% del terreno y el resto queda como espacio verde y de uso común. Todo está aprobado: el estudio de suelo, el proyecto técnico y el impacto ambiental que nos solicitaron los vecinos”, detalló.
El empresario también remarcó que el terreno en cuestión es de propiedad privada y tiene una “restricción leve” por parte del APA (Administración Provincial del Agua), a diferencia de otros desarrollos de la ciudad que sí debieron construirse en forma elevada por estar en zonas de restricción severa.
“Acá no solo se cuestiona este proyecto, se ataca a la inversión privada. Hicimos todos los pasos legales, pagamos el derecho de construcción y, sin embargo, estamos parados porque algunos actores que no presentaron una sola prueba en la causa siguen frenando esto”, cuestionó.
Según explicó, el proyecto original —aprobado hace casi una década— contemplaba más de 8.000 metros cuadrados de construcción, con viviendas y cocheras. Sin embargo, ante el reclamo vecinal, se rediseñó la propuesta, que ahora se limita a oficinas, locales comerciales, un consultorio médico, un gimnasio y espacios públicos. “Incluso firmamos un acuerdo judicial con los vecinos, pero luego fue desconocido”, lamentó.
Sinat manifestó preocupación por el efecto que este conflicto tiene sobre la confianza de los inversores: “Muchos vieron el manejo del tema y se bajaron. Necesitamos seguridad jurídica para poder apostar a largo plazo en Resistencia”.
Por último, hizo un llamado a la reflexión: “Respetamos todas las normativas y estamos abiertos a dialogar. Queremos una ciudad que crezca de forma armónica. Esperamos que se valore el esfuerzo y que podamos concretar este proyecto que es bueno para el barrio y para la ciudad”.
La audiencia de conciliación se realizará este miércoles 25 de junio a las 11, y podría marcar un punto de inflexión en la disputa que enfrenta a los desarrolladores inmobiliarios con sectores de la comunidad que defienden el valor ambiental y simbólico de la laguna.