El objetivo es criminalizar las protestas, especialmente de petroleros, que últimamente reclamaron mayores medidas de seguridad ante la lista en aumento de trabajadores que fallecieron en incidentes laborales.
El gobierno de Javier Milei lanzó a través de Patricia Bullrich un “Escuadrón Contradisturbios” de Gendarmería Nacional en Neuquén con la colaboración del Ejército, destinado a reprimir bloqueos en los yacimientos petroleros de Vaca Muerta.
Con esta medida, respaldada también por el Ministerio de Defensa que encabeza Luis Petri, se pretende desalentar las protestas ciudadanas, como es el caso de petroleros, quienes ocasionalmente llevan a cabo bloqueos para reclamar por conflictos laborales o derechos territoriales, como es el caso de los lof mapuches. Este despliegue de 130 efectivos, con apoyo logístico del Ejército, generó ya un fuerte rechazo de sindicatos y organizaciones locales, que señalan la criminalización de sus legítimas protestas.
El sindicato de Petroleros Privados, encabezado por Marcelo Rucci, cuestionó duramente el enfoque de Bullrich. ”A los garrotazos el país no va a salir adelante”, expresó, reflejando la preocupación del sector ante la militarización de los conflictos laborales en la región. Rucci y otros representantes sindicales ven con preocupación cómo esta medida limita su capacidad de protesta, en un contexto donde los trabajadores buscan visibilizar sus demandas en cuanto a seguridad laboral y mejores condiciones en los yacimientos.
Además de los sindicatos, el despliegue tensó las relaciones del gobierno nacional con el gobernador Rolando Figueroa, quien no estuvo presente en el lanzamiento del escuadrón. Figueroa rechazó establecer formalmente la base de Gendarmería en Neuquén, y el cuartel se ubicará en Río Negro.
A pesar de las tensiones, la vicegobernadora Gloria Ruiz asistió al acto de lanzamiento junto al ministro de Seguridad provincial, aunque no hizo comentarios públicos sobre la medida, mostrando las divisiones dentro del propio gobierno provincial respecto a la militarización de los conflictos.
Bullrich defendió la intervención de Gendarmería, alegando la necesidad de ”proteger los recursos naturales” y reducir los bloqueos en zonas estratégicas de producción de gas y petróleo. Sin embargo, los críticos sostienen que esta política agrava la criminalización de la protesta y deja de lado el diálogo que, según sostienen desde el sindicato y las comunidades mapuches, es fundamental para garantizar la paz social en la región.
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