El ingeniero en Recursos Hídricos y docente universitario Hugo Rohrmann, de visita en los estudios de CIUDAD TV, dio cuenta de las causas de las grave situación que atraviesa el sur de Brasil luego de más de una semana de lluvias e inundaciones que han afectado a casi 2 millones de personas en el estado de Rio Grande Do Sul, donde más de 100 personas han perdido la vida.
”Incluso las inundaciones en el estado brasilero generan complicaciones a la Argentina y Uruguay, como parte del efecto por el desborde del caudal de ríos y cursos de agua. En la localidad de Concordia, provincia de Entre Ríos, se vive un momento crítico que dejó hasta el momento más de 500 evacuados”, sostuvo.
“No deja de ser positivo el hecho de que ingrese un frente frío para frenar un poco está situación que estamos viendo no sólo en el Chaco sino en el noreste del país y en el sur de Brasil. Hasta ahí llegó el frente frío limpiando un poco ese exceso de humedad que generó demasiadas lluvias en la zona de Río Grande Do Sul, algo menos sobre la cuenca del Uruguay y el Paraná y Paraguay, donde las lluvias fueron normales o deficitarias”, explicó el especialista; y aclaró que el “río Paraná creció un poco por las lluvias de Corrientes, Misiones y el sur de Paraguay, pero no por lo que haya llovido en Brasil sobre la cuenca del Paraguay. No nos tocó está sucesión de lluvias y crecientes que se llevaron puesto a Río Grande Do Sul”, aseguró.
Rohrmann señaló que esto se debe también al “fenómeno del Niño, que se sigue con atención en todas partes del mundo” y recordó que el océano Pacífico “es la mayor superficie evaporante que tiene el planeta tierra, a la altura del Ecuador, y al estar el agua un poco más caliente de lo normal evapora más, más humedad y a alguien le toca bastante más lluvia, que en este caso se localizó claramente en esa zona de Brasil”. “A su vez, desde Porto Alegre hacia el norte, esta cuenca es una zona serrana, Canela, Gramado, están en la altura 800 mil metros, por lo tanto en un recorrido muy corto y estos ríos desembocan en la bahía de Porto Alegre y ahí están la mayor cantidad de fallecidos, en localidades, ciudades y pueblos que estaban al lado de dos ríos a los que se los llevó puesto el río Paraná”, expuso.
En ese sentido, planteó que el Paraná, “con seguridad tiene unos 10.000 años, lo medimos 120 años, el 1%, o sea que hay un 99% que no conocemos, y eso es lo que preocupa en el desarrollo de la ciudad. Por un lado, es cada vez mayor cantidad de gente en áreas urbanas, hace 50 años, la mitad estaba en el área rural y la mitad en áreas urbanas”. “Argentina y Latinoamérica tienen más del 90% de la población en área urbana, lo que pone en crisis estas situaciones que ocurren cada tanto”, apuntó.
El ex presidente de la APA recordó que la “inundación del 2024 en Porto Alegre ya se había dado en 1941, la inundación de Santa Fe en el 2003 ya se había dado en 1914, está documentado; entonces, se repiten situaciones del comportamiento de la naturaleza que pueden estar agravado actualmente por ese mayor calentamiento que la naturaleza trata de compensar”. “La misma lluvia de hoy hace 50 o 100 años pone mucho mayor cantidad de agua en la calle para que el servicio público lo saque, entonces seguimos agravando las posibilidades de inundarnos por lluvia de acá hacia adelante y no hacemos planificación”, advirtió.
En ese sentido, reafirmó la necesidad de “tener esa mirada hacia delante para decir, ante estas situaciones, las centrales eléctricas que nos abastecen y el agua potable tienen que seguir funcionando”. Además consideró que en el Gran Resistencia tenemos el “problema de que hay cuatro o cinco municipios cada uno independiente, no tenemos un organismo o alguna institución que sea supramunicipal, porque ya es el Gran Resistencia y que decida y sea vinculante”.
“Lo vemos en otros aspectos, en el tema de la recolección de residuos, en los cementerios, en el escurrimiento del agua, se trabaja en forma independiente, en algunos casos superados, cuando ya debería hacer un análisis claramente interconectado y todos los servicios tendrían que estar interconectados”, postuló y remarcó que se debe “pensar qué ciudad queremos a 50 o 100 años”.
“No veo que se esté pensando desde el Estado o desde el privado o en comunión, porque a esto entre todos, debemos definir qué queremos para dentro de 100 años. Si hoy tengo 500.000 personas y 300.000 bajo riesgo potencial de inundación, cuando tenga un millón no vamos ser 700.000 para que nos pase lo de Porto Alegre, vamos a seguir siendo 300.000 acá y 700.000 fuera, entonces de esa manera uno puede proyectar el crecimiento de una ciudad para otras generaciones”.
Los pronósticos
Consultado sobre la continuidad del frente frío en la provincia, adelantó que seguirá “una semana, cuatro o cinco días y después el otoño es una pelea de frío y calor”. “En el principio de esa pelea es donde más llueve, marzo y abril son meses muy llovedores y de hecho en Resistencia llovió más del doble, es un tironeo hasta que se instalan el clima más fresco, menos humedad y en mayo empieza la temporada seca”.
“Los pronósticos dicen a partir de la semana que viene se va a normalizar la temperatura, otra vez humedad, pero ya no estos 30 y pico de grados que tuvimos hace una semana, sino alrededor de los 25 o 28, algún frente frío otra vez, pero las condiciones de mucha humedad van a seguir hasta fin de mes y después sí ya van a aplacar”, advirtió; y agregó que el Servicio Meteorológico Nacional “dice que las temperaturas van a ser normales o incluso un poco por encima de lo normal en este periodo de mayo, junio y julio”.