En pleno proceso de licuación de ahorros y pasivos remunerados del Banco Central a partir de la política de tasas súper negativas, la tenencia de títulos en cartera de los bancos alcanzó niveles récord medida en relación con los depósitos.
Ocurre que el empujón oficial para que las entidades financieras se vuelquen a las licitaciones de deuda en pesos del Tesoro a través del ofrecimiento de seguros de liquidez (conocidos como puts en la jerga financiera) por parte del BCRA aceleró el crecimiento.
Según cálculos de la consultora 1816, los últimos datos de la autoridad monetaria muestran que “los bancos tienen títulos valores (incluyendo pases del BCRA) por el equivalente al 100% de los depósitos totales en pesos, nuevo récord en muchos años”.
El dato puede resultar llamativo dado que existen topes de financiamiento al sector público que estipula la normativa prudencial del sistema financiero argentino. Al respecto, 1816 aclara que “esto se explica porque los soberanos comprados con puts ya no computan para el límite del 75% de la RPC” (responsabilidad patrimonial computable, una forma de calcular el patrimonio de los bancos a los fines regulatorios).
De hecho, la consultora considera que “es probable que ya para enero ya el 100% del patrimonio neto de los bancos haya estado invertido en títulos soberanos (porcentaje sin considerar los pases)”.
Según los números de la serie diaria del Central, los depósitos totales en pesos se ubicaban en $51,6 billones al 20 de febrero. Para esa fecha, el stock de pases en poder de las entidades financieras era de $28 billones. El resto se compone principalmente por títulos del Tesoro nominados en pesos, dólar linked y duales.
A la luz de la tendencia actual, es de esperar que la proporción de bonos soberanos siga creciendo. Es que la estrategia del equipo económico consiste en fomentar la migración de las tenencias de los bancos desde deuda remunerada del BCRA hacia títulos del Tesoro para reducir el stock de Pases, algo que el Gobierno considera clave de cara al levantamiento del cepo y el cambio de régimen monetario hacia la cuestionada dolarización.
Para ello, la entidad que preside Santiago Bausili amplió recientemente las posibilidades de que los bancos contraten puts para los bonos que suscriben en las licitaciones que realiza Luis Caputo. Estos puts les otorga una especie de seguro que les garantiza que el Central saldrá a recomprarles los títulos cuando quieran desprenderse de ellos. Antes podían contratarse para instrumentos del Tesoro con vencimiento hasta 2025 y ahora están disponibles hasta 2027.
De esta manera, en la licitación de deuda en pesos del Tesoro de la semana pasada las entidades financieras se llevaron el 95% de los casi $4,9 billones colocados y los cubrieron con la contratación de las opciones de recompra que les ofrece el BCRA. En las últimas cinco subastas, no bajaron del 77%, de acuerdo con los cálculos de Facimex Valores. Según la última estimación de 1816, el stock de puts ya se ubica en $14,4 billones (por encima de los $9,7 billones que había calculado para la semana anterior).
Bancos, bonos y puts: los riesgos
Como viene señalando Ámbito, crece en el mercado la atención sobre esta estrategia. Y algunas voces plantean los riesgos. Como en última instancia, en caso de que se revierta abruptamente el ánimo de los inversores y los bancos ejecuten en masa los puts, será el Banco Central quien tenga que salir a afrontarlo con emisión, estos seguros de liquidez implican una especie de “deuda remunerada latente” para el BCRA. Es decir que, si eso ocurriera, existiría el peligro de que se retroalimente la corrida a través de los pesos inyectados por la autoridad monetaria o bien que sean inmediatamente reabsorbidos a través de pases, lo que devolvería a fojas 0 el proceso de desarme y licuación en curso.
Como contó este medio, para algunos analistas, la necesidad de ofrecer estos seguros es una muestra de la desconfianza en la sostenibilidad social y política del plan de ajuste en shock a través de la licuación del gasto público (sobre todo en jubilaciones, gasto social y otras partidas muy sensibles) como vía para alcanzar el superávit fiscal que ansía el mercado.
“Son una medida de falta de credibilidad del modelo en general y del ajuste fiscal en particular que surge entre otras cosas de la ruidosa comunicación. Los bancos están gustosos de canjear Leliq (ahora Pases) por títulos públicos, pero no saltan sin red. Piden un seguro”, argumentó Damián Pierri, economista e investigador asociado del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires de la UBA y el CONICET.
“Otra consecuencia de estos puts es que permite a las entidades financieras que las tenencias de títulos públicos no computen a los efectos de los límites de exposición a riesgo crediticio. Riesgoso”, señaló el director de la consultora Suramericana Visión, Ramiro Tosi, en su cuenta de X. Como se dijo, esto posibilita que el peso de los títulos del Tesoro como porcentaje de los depósitos continúe en alza.
Mientras tanto, la estrategia oficial sigue su curso. Además de fomentar la migración de los bancos hacia deuda soberana, la búsqueda de reducir los pasivos en pesos del Central incluye: el freno a la emisión monetaria para asistir al fisco a partir del shock de ajuste fiscal, la licuación de ahorros mediante la reducción de la tasa de interés en un contexto de escalada inflacionaria y la dolarización de una parte de los pasivos del BCRA a través del BOPREAL.
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