En los estudios de CIUDAD TV, el cardiólogo Carlos Olivello, brindó recomendaciones para el cuidado del corazón. Explicó que, como todos los sistemas, hay patologías congénitas, las que se padecen de nacimiento, y otras genéticas que pueden expresarse en la niñez o en la adolescencia. Advirtió que muchas veces son patologías no diagnosticadas, por lo que reparó en la necesidad de controles cardiovasculares. Reparó en tres cheques: nacimiento, inicio de la etapa escolar e inicio de la nivel secundario. “La falta de aire y el mareo son síntomas cardinales en los chicos y debe alertar a sus padres”, sostuvo.
Señaló que las enfermedades congénitas se descartan al nacimiento”, generalmente, en entrevistas con los padres sobre el parto, el color azulado en recién nacidos o presencia de espasmos. “Ante cualquier evidencia se pide consulta con el cardiólogo quien a través de un eco y un electrocardiograma pueden detectar el 95% de las situaciones de anomalía que pueden surgir en un recién nacido”, indicó.
Un segundo chequeo debería darse al inicio de la actividad escolar o Jardín de Infantes, 5 o 6 años, con un eco doppler cardiograma y un electro se pueden determinar también un 95% de situaciones que pueden ser o no congénitas.
Un tercer chequeo debe hacerse al inicio de la etapa de la adolescencia, alrededor de los 13 a 15 años. Explicó que en estos tres chequeos van a aparecer el 100% de las causas que determinan anomalías y muertes súbitas en estos chicos. “La más frecuente son las congénitas, son varias y todas tienen su tratamiento y su reparación”, sostuvo e indicó que algunas requieren de cirugía.
Las miocardiopatías son las más importantes entre las enfermedades genéticas que pueden diagnosticarse a los 4 o 5 años. “Son enfermedades del músculo del corazón y la que va a traer problemas se llama miocardiopatía hipertrófica que es cuando las paredes del corazón están gruesas y obstruyen la salida de sangre hacia la aorta. También puede generar arritmia y puede ser causa de incapacidad para hacer deportes, agitación. Es fácilmente detectable”, afirmó y aclaró que no todos los hijos de pacientes que la padecen la heredan.
Mencionó a las tres enfermedades eléctricas que afectan al sistema de conducción o el origen del estímulo: “La taquicardia ventricular catecolaminérgica (TVC), inducida por adrenalina que si no se trata a tiempo puede derivan en muerte súbita. La otra es el síndrome de brugada que es una alteración de los canales de calcio y de sodio adentro de la célula del músculo cardíaco y tiene un patrón electrocardiográfico que se la detecta. Y una más que se llama enfermedad del QT prolongado que es una alteración eléctrica en la diástole, en la repolarización del corazón, que hace que en ese momento puedan ocurrir taquicardias que determinan muerte súbita”.
Aseguró que estas tres enfermedades son las que requieren de diagnóstico. Son prevenibles, con estudios que las diagnostiquen.
“Si un chico pasó los tres exámenes, el de nacer, escolaridad y segunda escolaridad y no hay alteración uno podría evitar el chequeo anual posterior. Salvo casos que haga deportes, tenga algún trastorno asociado como tabaquismo, sobrepeso, mala alimentación cosa que es bastante frecuente y determina la aparición de hipertensión en edad temprana. Esos chicos con cierto sobrepeso y cierta alteración, que no le gusta hacer actividad física o la hacen en exceso deben chequearse”, manifestó.
Aseguró que el síntoma cardinal de cualquier cuestión relacionada con enfermedades genéticas y eléctricas es la falta de aire, la segunda importante es el mareo repetido o sensación de desmayo y si está asociada al esfuerzo, con mucha más razón, no se debe postergar la consulta.
“Si el chico se agita haciendo esfuerzo o estando en reposo, si se marea o tiene sensación de desmayo inminente haciendo esfuerzo hay que examinarlo a la brevedad posible”, apuntó.




