La recesión sigue haciendo estragos en todos los sectores de la economía. En este marco, la actividad de las empresas industriales cayó en marzo por décimo mes consecutivo y acumuló en el primer trimestre de este año un retroceso de 11,7% contra el mismo lapso de 2023, según el informe sobre Actualidad Industrial que elabora la Unión Industrial Argentina (UIA).
Si bien la UIA alerta que en abril podría registrarse una leve recuperación contra marzo, advierte que el comportamiento seguirá siendo negativo en la comparación interanual. Al presentar el informe, los industriales expresaron su preocupación por la suba de costos, la caída del consumo y el freno en la construcción.
En ese contexto, y ante la crisis en la demanda, grandes empresas están poniendo un freno a su actividad para no perder con el stock y apelan a las ya conocidas suspensiones de personal a fin de no acumular más existencias.
Los casos más graves de suspensión de la producción
Uno de los casos más emblemáticos de este momento es el de Acindar, un gigante industrial con su planta ubicada en Villa Constitución, Santa Fe, que paralizó su producción debido a la caída en la demanda de sus productos. Las automotrices también detuvieron su producción esta semana, afectadas no solo por la recesión en el mercado interno, sino también por demoras en las importaciones.
Según Acindar, el viernes pasado se suspendieron las actividades en el área de reducción directa, que se encarga del procesamiento del hierro y este jueves se sumará la acería, en tanto que la próxima semana lo harán los trenes laminadores y la fabricación de alambres.
La compañía emplea a 3.000 personas de manera directa y a otras 1.000 en diversos talleres proveedores. Todas ellas se verán afectadas por la medida.
Uno de los sectores más golpeados es el textil y, como consecuencia de esa situación, la empresa Río Grande lleva varios meses de suspensión de sus trabajadores. También lanzó un programa de retiros voluntarios.
En mayo de este año, la empresa de electrodomésticos Whirpool había anunciado también una reestructuración de su operación en el país, que incluía el recorte de un turno de producción y la reducción de por lo menos 60 puestos de trabajo en su planta de Pilar, donde se desempeñan 400 empleados. También achicaron sus planta de Córdoba. La decisión se tomo con el fin de “adaptar su programa de producción al entorno actual” y optimizar la operación en el país de cara al futuro.
La empresa Mabe, que es la mayor fábrica de lavarropas del país, con sede en Córdoba, encaró un programa de retiros voluntarios para achicar en 200 personas su plata, que pasaría de 1.000 a 800 trabajadores.
Estas noticias se sumaron a las de abril, cuando la multinacional Pepsico echó a unos 36 trabajadores, casi el 10% de su planta de empleados del Parque Industrial General Savio de Mar del Plata, que era de 400 personas. El fin de la decisión, según la empresa, fue “garantizar la viabilidad a largo plazo de la compañía” ante el contexto económico actual.
Crisis en automotrices
Las automotrices también tomaron acciones para frenar la producción con el fin de evitar la sobreacumulación de inventarios. Esta decisión se combinó con los feriados y resultó en una semana sin producción.
La primera fábrica en tomar esta decisión fue la de Santa Isabel, Córdoba, donde se producen vehículos para Renault y Nissan. La suspensión se debe a la necesidad de ajustar la producción al nivel actual de demanda. Además, Renault está considerando reducir de 8 a 6 horas los dos turnos a partir de julio, medida que también se aplicaría en Nissan, que opera en un solo turno.
Toyota, el principal fabricante del país, tampoco hará vehículos durante toda la semana. La compañía japonesa ha concluido recientemente un plan de retiro voluntario debido a la caída de las exportaciones a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, mercados que también están en baja. Parte de la paralización en la producción se atribuye a la demora en la llegada de buques con piezas importadas.
Fiat también suspenderá la producción toda la semana debido a problemas con la llegada de piezas desde Brasil, como la caja de dirección. En Córdoba, muchas unidades del Cronos están incompletas por este problema. En Brasil, una situación similar afecta a miles de unidades de un modelo que comparte esta pieza.
General Motors, en Santa Fe, también suspenderá la actividad durante toda la semana. La terminal ha realizado despidos y está ajustando la producción a la demanda actual. En este escenario de parálisis se suma la división Van de Mercedes-Benz en Virrey del Pino, partido de La Matanza, donde se está llevando a cabo una reforma en la planta de pintura. Por otro lado, Volkswagen, Ford y la planta de Stellantis en El Palomar, donde se producen modelos de Peugeot y Citroën, informaron que trabajarán con normalidad.
Según datos de Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), la producción nacional de vehículos en mayo fue de 38,440 unidades, un 10,6% menos respecto a abril y un 27,9% menos en comparación con el mismo mes del año pasado. Aunque tanto las exportaciones como las ventas en el mercado interno mostraron una mejoría respecto a abril, con incrementos del 11,5% y 24,1% respectivamente, registraron caídas interanuales del 24,1% y 27,9%.
Fuente: Ámbito