Según el ranking QS Quacquarelli Symonds 2025, la Universidad de Buenos Aires (UBA) es la única universidad latinoamericana en formar parte del top 100 mundial, tras quedar fuera de esta prestigiosa lista tres instituciones muy reconocidas de la región: la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de São Paulo (USP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La UBA ocupa el puesto 84 del ranking. El problema es que bajó 13 posiciones respecto al 2014 debido a la desfinanciación. De hecho, las universidades argentinas sufrieron su caída más importante en la categoría “Citas por Artículo” por la falta de publicación de trabajos en el exterior. Esto se debe a la quita sistemática de recursos para la ciencia en el ámbito universitario que la Universidad de Buenos Aires denuncia desde hace varios meses.
El vicepresidente senior de QS, Ben Sowter, habló al respecto: “Las universidades públicas de Argentina enfrentan presiones crecientes en medio de problemas de financiación, necesidades sociales cambiantes y resultados estudiantiles desiguales, lo que desata un debate sobre el futuro de su sistema de educación superior”.
En esta edición, la UBA lidera seis indicadores de QS y todavía es la universidad más reconocida del país entre empleadores y académicos internacionales, con una mejora en 4 indicadores claves: “Reputación académica” (+1 posición); “Proporción de estudiantes por Profesor” (+25 posiciones); “Resultados de la empleabilidad” (+1 posición); y “Redes internacionales” (+7 posiciones).
El indicador más importante es “Resultados de Empleo”, donde la UBA ocupa el puesto 12 a nivel mundial, lo que significa que sus graduados están muy bien capacitados y listos para insertarse en el mercado laboral. En “Reputación Académica” ocupa el puesto número 34.
El problema del financiamiento científico en las universidades públicas argentinas
La interrupción de todos los programas que dependían del Gobierno nacional hizo que las universidades públicas nacionales se encontraran en una situación crítica. Por ejemplo, una medida que complicó la posibilidad de investigar y publicar fue la cancelación de contratos con las editoriales científicas más importantes del mundo, lo que impide el acceso a sus publicaciones.
La Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, creada por el gobierno de Carlos Menem, base y centro del sistema científico argentino, se encuentra paralizada, en paralelo al desfinanciamiento que sufre el Conicet. A esto debe agregarse que todos los programas de cooperación internacional fueron congelados o recortados de manera severa, por ejemplo, se suspendió el programa “Raíces”, que repatriaba científicos argentinos que trabajaban en el extranjero; se cancelaron los programas que permiten conseguir equipamiento de última generación, y se suspendieron los ingresos de nuevos investigadores al Conicet.
Por otra parte, el Estado nacional detuvo prácticamente todos los programas de la actual Secretaría de Ciencia, incluyendo el “Construir Ciencia” (gracias al cual se estaban reformando los laboratorios del 4° y 6° piso de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA); y el “Equipar Ciencia”, destinado a adquirir el equipamiento necesario para los laboratorios de todo el país.
Además de la falta de financiamiento estatal, los investigadores perdieron entre un 30% y 40% de su salario, por lo que muchos de ellos se encuentran bajo la línea de pobreza, tanto en el Conicet como en las Universidades, y lo mismo les sucede al personal docente y no docente. La consecuencia es que mucha gente que se formó durante una década en la Universidad decide irse a trabajar al exterior, y resulta muy complejo encontrar un reemplazo.
Para sintetizar, las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei son opuestas a las que toman el resto de los países desarrollados del mundo.
El éxito de la UBA pese a los obstáculos que enfrenta
Sowter, expresó, con respecto a la performance de la UBA este año: “La Universidad de Buenos Aires de Argentina ha emergido como la única representante de América Latina en el top 100 mundial de universidades, un logro significativo tras la salida de pares regionales como la USP, la UNAM y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Esto subraya la perdurable reputación de la UBA como la principal institución del país, altamente valorada tanto por empleadores internacionales como por académicos”.
Y agregó: “La resiliencia de la UBA en los rankings globales demuestra la capacidad de Argentina para competir en los niveles más altos, pero un progreso renovado requerirá abordar las brechas estructurales si su sector de educación superior quiere revertir su tendencia a la baja”.
De qué se trata el ranking QS
La empresa británica Quacquarelli Symonds (QS) elabora, desde el año 2004, el QS World University Rankings, uno de los rankings universitarios más famosos y valorados, usado como referencia en todo el mundo.
De las casi 24.000 universidades existentes, el Ranking QS estudia las instituciones más importantes e influyentes de la educación superior a nivel global para darle a la comunidad académica un informe muy bien detallado de cada una de ellas.
La 22ª edición anual del QS World University Rankings es la más grande hecha hasta hoy, al haber evaluado 1500 universidades de 106 países.
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