Noemí Romero, trabajadora del servicio, denunció que los hechos delictivos “ya son continuos, ya no hay horarios ni días. Es impresionante la inseguridad que estamos viviendo como trabajadores y no solamente el personal sino también los pacientes que vienen. Se está poniendo en riesgo la integridad física”, apuntó.
Aseguró: “Agotamos todas las instancias y por eso volvimos a las medidas de fuerza”. “Bajó la Región 8 del Área Metropolitana, nos dijeron que sí iban a mandar seguridad y lo único que pudieron conseguir es de las 20 a las 6, pero tampoco hubo una continuidad y nosotros seguimos poniendo el cuero a esta violencia sistemática y permanente”, sostuvo.
Comentó que si bien hay trabajadores de planta, casi todo el servicio está sostenido por personal precarizado. “Es un número importante que tenemos de compañeras y compañeros precarizados y hay mucho recurso humano que está pidiendo el traslado porque con la situación económica tampoco tienen para trasladarse por falta de medio de movilidad así que piden por un centro cercano a su domicilio. Así que también nos faltan recursos humanos”.
Reiteró que las situaciones de inseguridad y violencia “ya no tienen horario”. “Nuestro centro funciona 24 horas, pero estamos siendo desbordados porque los centros de salud de 16 horas ingresan a las 7 y atienden hasta las 20. Y hay veces que cierran antes o directamente no cuentan con personal así que todos viene para acá”.
“Nosotros cobramos lo mismo que cobran en un centro de 16 horas. No hay ninguna diferencia y encima nosotros estamos arriesgando continuamente nuestra integridad física”, aseguró.
Marcaron que en las últimas jornadas, todos los hechos se sucedieron en horas de la mañana.