Alejandro López, presidente del Centro de Industriales Panaderos del Chaco, analizó en una entrevista con CIUDAD TV la situación que atraviesa el sector, marcada por una fuerte caída en las ventas, aumento de costos y reclamos por la falta de controles frente a la competencia informal.
“Tuvimos un comienzo de año muy duro, la parte climática afectó mucho a nuestro sector”, explicó. Si bien diciembre y enero fueron relativamente estables, señaló que “febrero nos trató muy mal y nuestras ventas estaban muy por debajo, bajaron muchísimo”. No obstante, destacó que “estamos levantando y nos ayuda también un poco la estabilidad que hay, si bien sigue habiendo inflación, no es tan pronunciada como años atrás”.
Según López, la temporada fuerte para el rubro panadero es el invierno: “Es la temporada fría donde la gente consume más, tiene más apetito, elige un bizcocho con algo caliente”, detalló. También mencionó fechas clave como el Día de la Madre y el Día del Padre, aunque aclaró que “eso es un día, no el mes”.
Al comparar con el año pasado, indicó que “abril y mayo mejoraron”, y aunque no manejan estadísticas precisas, afirmó que “vamos mejor que el año pasado”.
El dirigente alertó sobre el impacto de la competencia desleal en el rubro: “La gente siempre busca precios, entendemos que no dispone de dinero en muchos casos y elige esa competencia desleal, que para nosotros es una lucha en nuestra provincia ampliamente”. En ese sentido, sostuvo que “tratamos de cumplir con todo lo que manda la ley” y reclamó que “todas las panaderías trabajen a igualdad de condiciones”.
En ese sentido, López reclamó la intervención de las autoridades: “El gobierno es quien tiene que hacer los controles pertinentes. Tratamos de reunirnos con parte del gobierno, pero hoy nos está costando mucho, no nos reciben. Estamos a la espera de que nos tire un salvavidas y puedan mirar un poco al sector”.
“El costo del pan está hoy rondando en 2.000 pesos y ahí tenés que ponerle la rentabilidad”, explicó, y contrastó con que “tenemos pan de 850 pesos”. A modo de ejemplo, señaló que “una kilo de harina está 600 pesos”, y que el costo no se define sólo por los ingredientes básicos: “Tenemos alrededor de 30 ítems que hacen el costo del pan, no es solo sal, harina, levadura y aditivo; entra la mano de obra, entra la luz, los impuestos, la materia prima”.
López detalló además que hace algunas semanas se aplicó una suba del 10% en el precio del pan: “El costo se había elevado en un 12% y decidimos aumentar el precio un 10%, pero no todos los panaderos pudieron aumentar, porque la competencia desleal no te deja subir los precios”. En ese contexto, explicó: “Lo que hacemos es bajar nuestra rentabilidad para poder vender”.
Entre los productos más demandados mencionó “el pan, la factura y el bizcocho”, mientras que otros productos tienen más salida “los fines de semana, fechas claves o los días de cobro”.
También remarcó las diferencias de precios según la ubicación: “En la zona céntrica de Resistencia los alquileres son altos y eso va directamente al costo de todos los productos”. En cuanto al interior de la provincia, afirmó que “los socios pagan a otros valores las materias primas que consumimos acá, las mismas marcas, solamente por la distancia, por el flete, por el traslado”.