No pueden los legisladores darles la suma del poder político, por un año o dos con
opción a otros dos a quién está condenando a millones de argentinos a la miseria y
desocupación, destruyendo la clase media, llevando a la pobreza extrema, aún a los que tienen trabajo. Hacerlo, los haría cómplices violando la Constitución Nacional que juraron defender.
Por eso, indigna leer el día viernes próximo pasado en un diario provincial, como el senador
Víctor Zimmermann miente y trata de hacer parecer, un claro acto de traición a la Patria y a su Provincia favoreciendo con su voto la “Ley Bases”, violando expresas normas constitucionales, que lo obligan a otro tipo de conducta.
Querer aparecer como el “salvador de la provincia” apoyando esa ley, supuestamente
para solución de los problemas de nuestra provincia con los “lavados de cara” por ellos
“peleados”, cuando saben, por eso su hipocresía, que Milei se va encargar de modificarlos a su antojo, cuando con los “poderes delegados” los deje sin efecto con los DNU. Lo saben, no mientan más.
Su obligación es defender los intereses de su provincia. Su obligación es recuperar los
recursos que arbitrariamente la dupla Milei-Caputo le quitó.
¿Con qué cara, va transitar por las calles del Chaco, cuando apoyó la quita de salarios a
los docentes, que ingresaba por ley a la provincia?. ¿Con que cara, va a mirar a los Jubilados y Pensionados que le robaran el 35% de sus ya magros salarios?.
¿Con qué cara, va a mirar a los trabajadores del Chaco, aprobando la aplicación del
impuesto a las ganancias, para que los trabajadores de las provincias del sur comiencen a
pagar a partir de un ingreso muy superior, a lo que tiene que pagar un trabajador chaqueño?.
¿Será que nos considera de una clase inferior?
¿Con qué cara, va a caminar por las calles del Chaco, cuando no defendió con las fuerzas
que correspondían, su obligación era, y así lo pedían los gobernadores, lograr que se coparticipara el impuesto “país” cuyos ingresos superan ampliamente a los de ganancias, porque sí era un claro beneficio a la provincia?.
Todo este descalabro Institucional que viven y sufren los argentinos, sólo es posible de
materializarse, en tanto un conjunto de genuflexos legisladores, violando
desvergonzadamente la Constitución Nacional, que juraron cumplir y que serán pasibles en
consecuencia a la demanda penal que haremos conforme lo normado en los artículos
pertinentes del Código Penal.
Es lamentable cómo se ha desdibujado la división de poderes en nuestro país.
El Congreso Nacional se ha convertido en una simple marioneta, prestándose a los caprichos del gobernante de turno, que además, en estos seis meses ha demostrado una total incapacidad, no solo de mejorar la macroeconomía, sino que la ha empeorado, sumiendo en la miseria a más del 50% de los argentinos y haciendo poner de rodillas a 24 provincias.
Siendo su logro mayor haber logrado en apenas seis meses, pérdidas de empleo, salarios bajísimos, millones de argentinos muriéndose de hambre y miles de pequeñas y medianas empresas abandonadas a su suerte, cuando fueron históricamente los motores dinamizadores de la economía de nuestro país.
Hoy sin dudas, los únicos que siguen “a flote” y manejando los hilos del país es la famosa “casta”. Son los dirigentes que durante veinte años estuvieron dirigiendo los destinos del país, detentando distintos cargos y funciones mientras, se olvidaban de gobernar para solucionar los problemas del pueblo que los votaba, gobernando de espaldas a ellos. Es la única explicación y realidad por la cual hoy está de Presidente alguien sin los mínimos atributos para serlo.
Hoy nuestro país, se encuentra ante el inminente regreso al suicidio institucional, que el Constituyente Nacional ha buscado evitar. La mentira de estos personajes que hoy habitan y viven de la función pública, que se acuerdan del pueblo cuando buscan su voto, y después se olvidan de ellos, tienen mayor responsabilidad de lo que pasa en el país hoy por no cumplir con sus obligaciones como poder independiente del estado.
Son corresponsables de las acciones y conductas que ejecuta un Poder Ejecutivo, que llegó a la Presidencia para concluir la obra que en la década del ’90 inició Menem, con las consecuencias nefastas para el país que ya conocemos y vivimos.
Rubén Ruffino
Dirigente gremial