Javier Milei vive encerrado en el laberinto que él mismo construyó. A los radicales los califica como inútiles, deplorables o parte del enemigo porque son parte de la Internacional Socialista. A Raúl Alfonsín lo llamaba el “fracasado hiperinflacionario de Chascomús” y hasta contaba que practicaba boxeo contra un muñeco que tenía su rostro. Pese a su desprecio, Milei llenará en las próximas horas un casillero clave con un alfonsinista que, además, denunció por espionaje a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de Mauricio Macri. José Luis Vila será designado al frente de la secretaría de Estrategia Nacional que depende de la Jefatura de Gabinete.
Vila reemplazará en el cargo al brigadier retirado Jorge Jesús Antelo, la mano derecha de Nicolás Posse, el jefe de Gabinete caído en desgracia después de que arreciaron versiones de vigilancia ilegal sobre integrantes del gobierno de La Libertad Avanza (LLA). Antelo fue sindicado como la persona que decidió quiénes ocuparían las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de seguridad. Tuvo, además, otro rol significativo: moldear la estructura de la AFI –a cargo entonces del abogado Silvestre Sívori– y allanar el camino para que militares retirados volvieran a ocupar puestos de influencia dentro de la exSIDE.
Antelo, a diferencia de Posse y Sívori, no fue expulsado rápidamente del gobierno. Hasta este lunes estuvo en la Casa Rosada haciendo la transición con Vila, quien confirmó a Página/12 que mantuvo una “amable conversación” con su antecesor. La designación de Vila debería conocerse en los próximos días.
Vila llegó al gobierno de la mano del nuevo jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Ambos se definen como amigos y recuerdan que Francos solía visitar a Vila en Estados Unidos, donde estuvo destinado durante buena parte del gobierno kirchnerista. En Washington, Vila se especializó en terrorismo. A Francos –dicen– le interesan las cuestiones militares: es hijo de un alto mando de la Marina, nació en la base de Puerto Belgrano y fue cadete naval.
Vila fungió de asesor de Alfonsín. Durante el gobierno radical, fue designado en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Estuvo dedicado a cuestiones exteriores. En el gobierno de Carlos Menem, fue asesor en la Comisión de Defensa de Diputados. A finales de la administración de Eduardo Duhalde viajó a los Estados Unidos. Siguió allí durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. En 2015, pasó a retiro.
Volvió a la gestión pública de la mano del radical Julio Martínez en el Ministerio de Defensa de Macri. Estuvo al frente de la subsecretaría de Asuntos Internacionales. Permaneció en el cargo después de que otro correligionario, Oscar Aguad, se hiciera cargo de la cartera. Vila dijo que, por su trabajo –especialmente en la Triple Frontera–, se enemistó con la conducción de la AFI macrista. Existe la versión de que Gustavo Arribas pensaba que Vila quería quedarse con su puesto.
Producto de esa rivalidad, recibió amenazas. El punto cúlmine llegó el 6 de julio de 2018 cuando le dejaron una bomba sin conectar en Avenida Callao al 1219. Era un domicilio en el que había vivido hasta tiempo antes. Un año y medio después de este episodio, un detenido por drogas –Sergio “Verdura” Rodríguez– declaró que él había llevado el artefacto explosivo a pedido de un abogado que trabajaba para la AFI. La confesión derivó en una investigación que terminó dejando al descubierto cómo operaba el grupo de espías conocido como “Súper Mario Bros”. Eran, en su núcleo originario, policías de la Ciudad que pasaron en comisión a la AFI para hacer espionaje político.
Vila sigue querellando contra la AFI cambiemita, aunque la causa registra pocos movimientos. Una de las últimas novedades en el expediente fue que Patricia Bullrich quiso reducir la custodia que tiene Vila desde 2018.
Durante la gestión del Frente de Todos (FdT), Vila no tuvo cargo ejecutivo. Fue asesor en la comisión de Defensa de Diputados. En los tiempos libres despuntó el vicio asesorando en el guión de Iosi -el espía arrepentido, la serie de Amazon Prime basada en el libro de Miriam Lewin y Horacio Lutzky.
Hasta el domingo estuvo al frente de la Comisión de Defensa de la Fundación Alem, el think-tank de la Unión Cívica Radical (UCR). Como informó este diario, el ofrecimiento del cargo fue la semana pasada, pero Vila estaba esperando algún gesto del partido.
En la Secretaría de Estrategia Nacional, Vila deberá tener relación tanto con Defensa, Seguridad, Cancillería y la propia AFI. A diferencia de Antelo, hizo saber que no tiene facultad ni vocación de terciar en nombramientos. En el Congreso, la decisión de Vila de sumarse al gobierno de LLA dejó varios heridos y unos cuantos defraudados.
El área debería en los próximos meses abocarse a la confección de la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN), que rige durante cuatro años. La última fue aprobada en 2021. A priori, Vila coincide con el diagnóstico que hace otro correligionario que engrosó las filas del mileísmo, el ministro de Defensa, Luis Petri, quien sostiene que las Fuerzas Armadas están desfinanciadas, con pocos equipos y poco presupuesto para actividades.
Página/12