Así, solo pudo renovar el 52% de los pagos comprometidos para los próximos días, que rondan los $2,9 billones. Además, en el canje que había lanzado para descomprimir el vencimiento de un bono atado a la inflación pautado para febrero de 2025 consiguió una adhesión de los acreedores apenas superior al 38%.
Como contó Ámbito, el bajo porcentaje de refinanciación de los próximos vencimientos era esperado por los analistas. Sobre todo, después de que en el llamado a licitación se excluyera (por segunda vez consecutiva) tanto las Lecap como los Boncap, las letras y bonos a tasa fija que protagonizaron un rally alcista durante las últimas semanas. Nuevamente, el equipo de Luis Caputo decidió poner sobre la mesa únicamente bonos que ajustan por CER (inflación), conocidos como Boncer.
Deuda: detalles de la licitación
En esta oportunidad, la Secretaría de Finanzas, que conduce Pablo Quirno, recibió ofertas por un total de $2,17 billones, de los cuales adjudicó $1,53 billones. De esta manera, el Gobierno liberará al mercado el próximo lunes, cuando se liquide la operación, cerca de $1,4 billones.
Los funcionarios argumentan que las renovaciones parciales de los vencimientos forman parte de la estrategia monetaria ya que los bancos necesitan hacerse de liquidez para abastecer la demanda de crédito por parte de sus clientes.
Cerrada la mayoría de los grifos de emisión, el pago de parte de los compromisos del Tesoro con el colchón de pesos que tiene depositado en el Banco Central es una de las vías de remonetización de la economía. De todas maneras, en los próximos días se verá si efectivamente es ese el destino de los pesos no refinanciados.
(Ampliaremos..)