La respuesta se produjo en el marco del juicio oral y público que afronta D’Alessio por varios de los hechos de presunta extorsión, lavado y asociación ilícita, por sus actividades ilegales que fueron desbaratadas a principios de 2019, tras una denuncia del productor agropecuario Pedro Etchebest.
Miguel Yivoff, el auxiliar del fiscal Marcelo Colombo, le preguntó a Julieta Ciarmiello qué actividades desarrollaba junto a D’Alessio, cuando fungía como su secretaria entre 2014 y el momento que fue detenido por orden del primer juez de la causa, Alejo Ramos Padilla.
Ciarmiello trabajó para D’Alessio en dos etapas: una primera, hasta 2014, en unas oficinas que el falso abogado tenía en el shopping Plaza Canning, y una segunda –en la que se focalizaron los presuntos delitos- en la galería comercial Las Toscas, de la misma localidad bonaerense.
La secretaria de D’Alessio no habló ni conoció personalmente a Bullrich, pero señaló que el falso abogado le informaba que debía reunirse con ella en ocasiones en las que se retiraba de las oficinas con rumbo a la Capital Federal.
En ese contexto, Ciarmiello reconoció que se comunicaba con las oficinas de Bullrich y la atendía (y hablaba con ella) una tal «Laura», sobre quien no pudo aportar mayores datos. También respondió con evasivas cuando la fiscalía le preguntó qué hablaba con «Laura».
En ese contexto temporal, la ex secretaria de D’Alessio recordó que su jefe había viajado a Rosario por algo vinculado con la banda de narcotraficantes conocida como «los monos«.
En el teléfono de D’Alessio fue hallada una conversación de Whatsapp:
-Hola Patricia, espero estés bien! Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte. Y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso.
-Ok. Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros.
-Vos sabés Patricia, que estoy a tu disposición!! Lo que vos digas!!!
Los teléfonos desde los que salieron esos mensajes eran los de D’Alessio y Bullrich.
El relato de la exsecretaria también complicó al suspendido fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone. Cuando le preguntaron si lo conocía, respondió: «No directamente, pero sí me llamó para que le cambiara unos cheques».
Según recordó, en Las Toscas había un agente financiero, de nombre Hernán, que cambiaba cheques, y en una oportunidad fue a verla una persona «de parte de Bidone», para que realizara la operatoria con tres cartulares.
Eran tres cheques de cien mil pesos, según recordó. Los entregaba al cambista y le daban efectivo a cambio, que debía retirar el supuesto enviado de Bidone. Ciarmiello recordó con precisión esa situación porque «eran cheques de tercero y vinieron de vuelta». Según evocó, fue D’Alessio quien debió cubrir ese quebranto y lo fue financiando con otras operaciones.
Durante la audiencia de este martes, las partes desistieron de las declaraciones como testigos del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de la diputada de la Coalición Cívica, Paula Olivetto, y de la ex legisladora, Mariana Zuvic.
Tiempo Argentino