La Ruta Nacional Nº11 sigue abandonada por el Estado nacional y los peligros se agigantan al mismo ritmo en el que crecen los baches, ondulaciones y las malezas que ya imposibilitan el uso de banquinas. Mucho peor aún cuando llueve, porque el agua transforma baches y ondulaciones en trampa mortal.
Y en este contexto, hay un vecino de la Ciudad de Avellaneda (Provincia de Santa Fe) que sigue su lucha solitaria. Sale periódicamente a la misma ruta con algún ayudante para tapar baches y ahora, además, junta firmas para exigir la reparación de la RN11.
Concretamente, el documento que invita a firmar, es para solicitar a la Defensoría del Pueblo que “actúe de oficio ante la Dirección Nacional de Vialidad a los efectos que disponga de una cuadrilla de trabajo permanente para la reparación de los baches cráteres en el tramo de los ejidos urbanos de Reconquista y Avellaneda”, puesto que resultan de suma peligrosidad para los transeúntes.
Segundo, para pedir a las autoridades provinciales que informen cuáles son las gestiones ya realizadas acerca de la factibilidad de la tercera vía entre ambas ciudades.
”El gobierno de Macri prometió la autopista y hasta había anunciado fechas de licitaciones. Otro cuento fue el de Alberto Fernández, quien en campaña vino a Reconquista y se escandalizó por el estado de esta ruta nacional con tránsito internacional. Anunció que ponerla en condiciones era una “prioridad” que le pidió Omar Perotti, pero la RN11 sigue abandonada por el estado nacional. Eso significa que está cada vez peor, más peligrosa”, señala el sitio reconquistahoy.com.
”El nuevo Gobierno se considera sin compromiso asumido, porque hizo campaña avisando que no le interesaba la obra pública y ahora solo repite que “no hay plata”. Pero como la política es “el arte de lo posible”, queda a los ciudadanos y a las instituciones intermedias, comprometerse aún más con el reclamo. Por ahora reina la anomia generalizada”, destaca.
Las redes sociales funcionan como “muro de los lamentos”. Por ahora al menos no demuestran capacidad de lograr cambios. Los algoritmos se encargan de que las quejas lleguen solo a los quejosos, no a los que deben resolver.
reconquistahoy.com