En la resolución, los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso respondieron al escrito que fue interpuesto por el abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi. Allí, el letrado reclamaba que se revoque la restricción sobre las visitas que puede recibir la exmandataria. Había planteado que, al ser una “persona con vida social”, no se le podían imponer límites a las visitas que puede recibir en el departamento del barrio de Constitución.
En el fallo, los jueces señalaron que el pedido de la expresidenta representaba un desconocimiento explícito de las pautas de conducta fijadas previamente, el pasado 17 de junio, cuando se otorgó el beneficio de prisión domiciliaria. En esa resolución inicial, el tribunal había determinado que Cristina debía entregar en 48 horas hábiles un listado con los nombres de familiares, abogados, médicos y custodios que estarían autorizados a ingresar a su domicilio. Cualquier otra visita fuera de esas categorías requeriría una autorización especial.
La defensa cumplió con ese requisito el lunes, entregando un listado cuyo contenido pidió que se mantenga en reserva. Sin embargo, a pesar de haber cumplido con esa formalidad, también insistió en que el régimen de visitas debía flexibilizarse. Según argumentó Beraldi, las personas que cumplen una pena en un domicilio particular mantienen todos los derechos constitucionales que no se ven afectados directamente por la condena. Para la defensa, restringir las visitas más allá del grupo básico es una medida que vulnera el principio de reserva consagrado en el artículo 19 de la Constitución Nacional.
Mientras tanto, Cristina permanece bajo monitoreo electrónico mediante una tobillera desde el pasado jueves, aunque el dispositivo solo permite verificar que no abandone el radio permitido por el arresto, sin determinar en qué parte del inmueble se encuentra. En paralelo, el TOF 2 advirtió que, pese a las advertencias, se promovieron convocatorias públicas frente al edificio de San José 1111, como la realizada por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que llamó a concentrarse allí con la promesa de que Cristina “saldría al balcón”. Finalmente, la propia exmandataria pidió que las manifestaciones se realicen en Parque Lezama.
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