El economista Cristian Ocampo, exministro de Hacienda de la provincia, dialogó con CIUDAD TV sobre el impacto del índice inflacionario y analizó el escenario que se proyecta en relación a las medidas que implementa el gobierno nacional a través del paquete fiscal.
Ocampo observó los anuncios del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, sobre las metas alcanzadas por el gobierno, y señaló que hay “distintas variables”. En primer lugar, en cuanto al superávit fiscal, planteó que el gobierno pudo consolidar en estos primeros seis meses del año no solamente el equilibrio fiscal sino también mantener las cuentas fiscales en forma superavitaria”.
“Los pasivos remunerados del Banco Central, otro gran problema desde la bomba de las Leliqs, desde el gobierno de Macri hasta el gobierno de Alberto Fernández e incluso este gobierno, permanentemente estaba acechado por los pasivos remunerados del BCRA. Todo esto provocaba una enorme cantidad de emisión monetaria constante y permanente para hacer renovación de esos instrumentos públicos, que generaban un caudal de dinero que viene a la economía formal y pone presión permanente al sistema monetario; con este corrimiento que hizo de la deuda del Banco Central al Tesoro, corta con ese enorme emisión monetaria que era para pagar a las emisiones del banco”, apuntó.
Sobre el objetivo político y económico central de este gobierno, la inflación destacó que “también está en una senda decreciente, con costos, pero está en un nivel mucho más por debajo de lo que tomó el gobierno en diciembre con 25 puntos”. Sin embargo, Ocampo remarcó que la “inflación se reduce pero se pone enfrente una profunda recesión económica a partir del enfriamiento de la economía que viene dado por las distintas variables, por ejemplo la emisión monetaria”.
“La emisión monetaria es un factor que generaba mucha presión al sistema porque eran pesos excedentes en la economía que pugnaban por los bienes escasos y esto presionaba los precios. Al cortar la emisión, hay menos peso en la economía, menos actividad económica, recesión y el objetivo de inflación se logra a costo de una profunda recesión económica donde hoy todas las variables de actividad económica están negativas: la actividad industrial, la industria manufacturera, la automotriz, la construcción y el consumo”, expuso.
El economista aseguró que el “gobierno tiene muy presente toda esta situación y se está jugando mucho”. “Sabe que esta lucha contra la inflación está generando enormes costos. La recesión la tenemos y posteriormente lo que viene es la caída de la recaudación, con eso corre riesgo nuestro ancla que es el equilibrio fiscal y, si se cae, el próximo paso es nuevamente comprimir la economía, bajar más gastos”, acotó.
En ese contexto, Ocampo advirtió que enfocarse en el solo objetivo de bajar la inflación puede generar “efectos colaterales brutales y nefastos”. “Es decir, si se cae el equilibrio fiscal, se cae el modelo económico, que es el único ancla que sostiene hoy la relación con el Fondo Monetario, dado que el otro objetivo era la acumulación de reservas y no se está produciendo; y el Fondo Monetario es hoy el único paraguas que tiene el país frente al mundo para no estar en default”, marcó y reafirmó que “contener la inflación está costando y está generando sacrificios al gobierno”.
Cepo Cambiario
Otra variable analizada por Ocampo fue la eliminación del cepo cambiario, cuya concreción aún no tiene fecha: “Si se contiene la inflación y se logra que los tipos de cambio, tanto dólares financieros como dólares oficiales, se unifiquen, seguirá la liberación del cepo cambiario. Al abrir el cepo, se entiende que las inversiones comienzan a llegar. Esto es posible que suceda”.
“Hoy hay una brecha cambiaria casi del 40% que no es viable en ninguna matriz de negocio, entonces es fundamental que se libere el cepo y es la otra gran batalla que está dando el gobierno”, sostuvo y remarcó que la Nación “hoy está teniendo una pulseada muy fuerte con los dólares financieros y también está teniendo consecuencias”. “Bajar los dólares financieros con intervención directa del Banco Central está generando un atraso cambiario muy importante y, a su vez, esto genera enormes incentivos a los importadores a ir a buscar dólares baratos”, agregó.
Para Ocampo, el “gobierno está apostando todo a que los exportadores entiendan que no va a haber devaluación”. “Si este mensaje lo captan los exportadores, tienen que empezar a producir dentro de dos meses, a liquidar holgadamente su stock porque tienen que iniciar el nuevo proceso de siembra”, planteó y expuso que el gobierno apuesta a que en este tiempo, “de acá hasta septiembre, el blanqueo de capitales genera resultados positivos, con un afluente de 30 mil millones de dólares, por lo que se va a disponer de los dólares suficientes para hacer la salida del cepo y proveer de dólares a quienes quieren”.
“Con esto vendrá la acumulación de reservas, un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario y despejar las dudas del repago de los bonos argentinos a sostenedores en el próximo ejercicio, con lo cual bajaría el riesgo país, subirán los bonos y estaríamos en una etapa de crecimiento”, analizó.