Según datos oficiales, entre el sábado 14 y la mañana de este miércoles, solo un día no se registraron precipitaciones y se acumularon 203 milímetros de agua caída, con picos de 90 mm en una sola jornada. A pesar de este volumen, el sistema de desagües pluviales ha respondido sin mayores inconvenientes y la ciudad funciona con normalidad.
El subsecretario de Gestión de Riesgos y Catástrofes, José Pedro Ruiz, explicó que las lluvias se dieron en forma de chaparrones breves pero intensos, seguidos por lloviznas persistentes. “Esto pudo haber complicado el drenaje en otros contextos, pero el trabajo previo de mantenimiento y el monitoreo constante de las cuadrillas lograron que no tengamos situaciones críticas que lamentar”.
Por su parte, el referente del Foro de Organizaciones Vecinales, Julio Maciel, contó que los barrios más afectados fueron el Ponce, Sol de Mayo, Quilmes, Quinta Ferré y Santa Rita. “Los vecinos están en constante comunicación y tramitamos gestiones para el arreglo de calles. Lo preocupante es que se trata de zonas que siempre tienen inconvenientes y no encuentran solución”, agregó.
Zona mil Viviendas
Por su lado, Ruiz confirmó que, hasta el momento, no se reportaron caídas de árboles ni postes, ni voladuras de techos. “Tenemos equipos recorriendo toda la ciudad, sobre todo en zonas bajas para actuar de inmediato ante cualquier obstrucción o inconveniente”, señaló.
Las áreas tradicionalmente más sensibles, como los barrios San Roque Oeste y Río Paraná, se mantuvieron bajo observación activa, pero no presentaron emergencias destacables. La rápida respuesta de los equipos permitió que los niveles de agua bajaran rápidamente tras cada episodio de lluvia intensa según la Comuna.
Diario Época