“Como mensualmente presentamos los datos del indicador, en particular en el mes de abril las variaciones de los productos de la canasta básica alimentaria vimos una desaceleración de los precios. Estamos hablando de un 0,79% con respecto al mes de marzo. Significa que una familia de 4 integrantes, para alimentarse, requirió de 302.000 pesos para esos 30 días”, hace saber Patricia Lezcano al dar a conocer los datos relevados por el ISEPCI.
Añade que “si a eso le agregamos los otros gastos a cubrir, como servicios, como canasta total estamos hablando de una cifra de 652.000 pesos. Estamos hablando de los gastos esenciales y básicos. Ahí si los gastos fueron mayores a los de la Canasta Básica Alimentaria, en un 1,75%”.
Especifica que “si uno mira el estado de los 57 productos, vemos una desaceleración por ejemplo en fideos y arroz, que generalmente usan las familias. Después, en el rubro verduras y frutas en general, veíamos una desaceleración en las mandarinas, uno de los productos que más cuesta adquirir. Esto hay que llevarlo al contexto general que estamos viviendo. Se debe también a la baja del consumo, la gente no tiene para comer, y esto llevó a que las grandes cadenas de supermercados mermen los precios de los productos o den algún tipo de ofertas”.
Afirma que ya venían observando en los últimos meses una disminución en el consumo y hay actividades que “no se pueden sostener porque no se vende”, desapareciendo por ejemplo ferias como la de Las Heras y Franklin. “Hoy vemos que en la prioridad de las familias no están las frutas y verduras, sino el arroz y el fideo, que sabemos que sustenta de alguna manera, llena la panza para aguantar, porque muchas veces se cocina una sola vez al día”.
“Sabemos que las 4 comidas para una familia es muy difícil sostenerlas como costumbre”, asevera Lezcano, para quien “la situación de los comerciantes es muy difícil. El stock ya no es el que tenían hace un tiempo. Hoy priorizan el producto que más salida tiene, segundas o terceras marcas, y esa situación de fraccionar todo, porque la gente ya no compra por kilo”.
Dice que lo mismo pasa con las carnes, uno de los rubros de más bajo consumo en los últimos tiempos; o el caso del pollo, de los que más se consumía, y hoy se han encarecido, y estima que “la situación actual hace que el tema economía esté en el común de las consideraciones de la gente. Es lo más preocupante que estamos viviendo. Venimos de un ajuste terrible. Ahora frenó porque la gente no tiene para poder comprar, con ingresos totalmente insuficientes”.
Habla de las bajas jubilaciones, los recortes en las ayudas sociales, la situación de los comedores que “abren por la ayuda de la gente”. También del relevamiento que hicieron sobre salud nutricional, peso y talla en merenderos. Para muchos chicos “esa era la leche del día. Es muy cruel que se corten los alimentos a los comedores”.
“Nosotros luchamos mucho por el congelamiento de los precios, porque sabemos que el alimento es el motor principal y la prioridad que tienen las familias. Y hoy eso no está en la agenda y no hay perspectiva de que vaya a cambiar”, lamenta Lezcano.
Refiere los aumentos observados en cebolla, de un 11%, del tomate –más del 20%-, “y en mayo estamos viendo nuevos aumentos. Esto hace que no se pueda comprar y consumir productos tan importantes. Estamos en una situación muy compleja y difícil. Los números nos dicen esto, y lamentablemente todas las políticas que el gobierno nacional está implementando no son en favor de la gente”.
Y en lo que hace a los servicios, concluye que “la canasta básica total se incrementa justamente por los servicios. Las estadísticas nos dicen que se dejó de usar en un 30% el colectivo. Prácticamente un 60% de los ingresos va a los servicios”.