El referente del Foro por la Recuperación del Paraná, Luciano Orellano, visitó los estudios de CIUDAD TV para convocar a participar del III Encuentro Nacional por la Soberanía que se desarrollará el próximo 21 de de junio en la ciudad de Paraná (Entre Ríos), en la sede de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la UADER.
“Se está armando el tercer encuentro federal por la soberanía, que es lo nuestro, porque la soberanía parece un tema de viejo, un tema lejano, un tema anticuado; no, es lo nuestro, es poseer la riqueza, administrarla, organizarla para la felicidad”, aseguró Orellano. Y agregó que “a veces se dice tenemos que distribuir la riqueza, no, primero tiene que poseerla, tiene que poseer tus ríos, tiene que poseer tus mares, tiene que poseerla, tiene que organizarla, si no la posees, no vamos a distribuir lo que no tenemos, tenemos que volver a recuperar lo nuestro”.
El referente del Foro por la Recuperación del Paraná precisó que “estamos convocando a todos los profesionales, científicos, investigadores, gente, bueno, del hacer político, pero que amen a la Patria”.
Orellano subrayó la enorme significación que tiene la Cuenca del Plata en el mundo y advirtió que “la seguridad alimentaria del mundo depende de esta unidad territorial, fluvial, marítima, demográfica”. En ese contexto, afirmó que “hay una crisis de la Cuenca”.
“No venimos de los barcos, somos hijos, bajamos del Amazonas, después llegamos con los barcos, eso es otra historia. Pero bueno, ahí está el 31% del agua dulce del mundo, y el agua es la vida. Pero bueno, tiene que ver también en el plano de la cultura, la civilización, madre de toda la civilización: el agua es el 60% de la agricultura, es el 20% de la industria, todo el mundo viene por el agua”.
Recordando al Papa Francisco, Orellano advirtió que se da una contradicción entre el ambiente y el desarrollo ya que la agricultura argentina está entre las más modernas del mundo, sin embargo “es un crecimiento de la productividad concentrado, centralizado, extranjerizado, y que lejos de igualar nos desiguala. Un desarrollo que descarta al hombre, a las mujeres, a los niños, es decir, una Argentina profundamente injusta que nos duele hasta los huesos”.