Hubo adultos, niños, madres, abuelas, padres e hijas/as que se acercaron para la toma de muestras que realiza el Laboratorio de Medicina Genómica de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne). Desde las 10, la fila en la Facultad de Medicina era extensa.
Cada interesado recibía un documento en el que debía anotar la procedencia de parte de su familia. “Mejor si la muestra se practica a los descendientes más grandes”, explicaban a una familia tipo que acudió al muestreo. Debían anotar sus datos, quienes no lo habían hecho de manera online y luego debían, con el hisopo, realizar 20 movimientos circulares en ambos lados de las mejillas internas. La maniobra se repetía con tres hisopos que luego se guardaban en un sobre con el nombre y el número de cada muestreo.
La mayoría se fue a la casa con una tarea: realizar el mismo procedimiento en dos familiares, en lo posible mayores, como ser: padre y abuelo. En apenas una hora más de 200 correntinos se acercaron hasta el laboratorio, cada uno fue paciente y esperó su turno, aunque hubo quienes se saltaron la fila y se burlaron de todos al recibir una atención privilegiada por sobre quienes esperaban desde hacía una hora.
Llamó la atención que fuera una joven pareja. Más allá del mal momento, el trabajo de las profesionales de salud fue intachable. Las muestras tienen una demora de seis meses y los resultados serán comunicados por teléfono o correo.
El estudio permitirá saber, en parte, cuál es el origen genético de los habitantes de la provincia de Corrientes, a partir de la confección de un banco de datos local. En las próximas semanas volverá a realizarse el muestreo.
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