Los trabajadores realizaron una jornada de lucha el pasado martes en el Polo Científico.
Semanas atrás, 50 trabajadores administrativos fueron despedidos del CONICET y desde la comunidad científica denunciaron una política de “vaciamiento” y “brutal ajuste”, llevado adelante por el gobierno del mandatario Javier Milei sobre el sistema científico.
Según indicaron desde la entidad, el número de destituciones podría incrementarse, razón por la cual realizaron una nueva jornada de lucha el pasado martes, en el Polo Científico, ubicado en el barrio porteño de Palermo. El Destape dialogó con fuentes del organismo y con investigadores e investigadoras, en un contexto de miedo e incertidumbre.
“¡En CONICET no sobra nadie! Ni un despido más”, fue la consigna de las principales banderas y carteles que se observaron en sus manos durante la protesta. En esa línea demandaron la inmediata reincorporación de los compañeros y las compañeras despedidas, dijeron que no a las bajas de Becas Extraordinarias, reclamaron la publicación de Resultados de Becas y Promociones, el Presupuesto para 2024, la restitución de horas extras, el sostenimiento del cronograma de convocatorias del organismo y la renovación de la totalidad de los contratos. “Abajo el DNU y la Ley Ómnibus”, pidieron.
“La situación en CONICET es muy dramática, hay dos estrategias de ajuste combinadas. Una tiene que ver con los trabajadores y trabajadoras, los 50 despidos administrativos y la situación de becarios y becarias que no dan los resultados del concurso de becas finalizado y el orden de mérito (algo que tendría que haber ocurrido el 12 de enero); y por otro lado, hay alrededor de 65 casos más de becas extraordinarias que se dieron de baja, no van a cobrar y otro tanto de investigadores (12), becas al exterior (5) y personal de apoyo (15) que les habían dado el alta y su situación se va a retrotraer a diciembre”, señaló Nuria Giniger, secretaria general de ATE Conicet.
Desde ATE Conicet, al mismo tiempo, ponen el foco en la situación institucional y en la falta de comunicación e información oficial. “No solo a los trabajadores y trabajadoras que consultan sino en términos generales, los directores de los institutos que tienen un presupuesto que empieza a ser muy escueto para lo que precisan”, explicaron. Sobre esto, expusieron que “los problemas de comunicación no son problemas, sino una estrategia para producir enojo, incertidumbre y confusión”. De esta manera, ambas estrategias se articulan con la Ley Ómnibus y la reforma del Estado, que busca la intervención del organismo.
En el primer día de febrero, se llevó adelante -finalmente- la reunión de las Juntas Internas de ATE CONICET La Plata y Capital Federal con Salamone, Alejandro Cosentino (Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación – CTI) y la Subsecretaria, Paula Nahirñak.
“Se les exigió reincorporar a los despedidos, comunicar de manera urgente la reposición de los 96 casos que habían dado marcha atrás (BPE, cofinanciadas ANLAP, exteriores, CIC y CPA), publicar el orden de méritos de becas 2023 y promociones y el alta CIC 2022”, comunicaron de forma oficial. “Todo lo empezado tiene continuidad”, fue la respuesta desde el ente, acusando cuestiones presupuestarias y comprometiéndose a responder sobre los reclamos ese mismo día. Esto, hasta el momento, no ocurrió.
Fuentes del CONICET sostienen que la situación es “muy compleja”, alertan que “se viene un desguace importante” y que la problemática va de la mano con las palabras del máximo mandatario nacional durante la campaña electoral. “Eso (el organismo) que quede en manos del sector privado. Que se ganen la plata sirviendo al prójimo, como lo hace la gente de bien”, manifestó en agosto pasado, reafirmando su idea de privatización. Si bien trabajan con subsidios que vienen del Estado nacional y pagan las investigaciones, también tienen vinculaciones con empresas a través de convenios internacionales.
“Es un organismo nacional e internacional, estamos conectados y tenemos científicos en todo el mundo que reportan al organismo. Es un organismo difícil de cerrar, lo intentaron los militares en el ’79 y Menem-Cavallo pero no pudieron”, apuntaron. Y añadieron: “Que sea imposible cerrarlo, no quita que hagan daño y nos quiten presupuesto. Estos gobiernos que dicen ‘vamos a cerrar todo’ no miran el detalle ni evalúan la realidad práctica de lo que es el organismo en sí”.
Por otro lado señalaron que, en un principio, se hablaba de 167 despidos administrativos y no descartan que estas medidas impacten en otras áreas (investigadores científicos, personal técnico, becarios y el ya tan afectado personal administrativo).
Desde el ente confirmaron que se suspendieron las becas postdoctorales y eso generará “una pelota” que va a desarmar el sistema científico. “No van a ingresar gente, nuevos chicos al sistema científico. Eso hace que también haya un vaciamiento de los diferentes institutos y se genere la pérdida de trabajo y de solicitudes de dinero o de temas para trabajar porque no hay personal, no hay proyectos nuevos”.
Actualmente hay alrededor de 30.000 investigadores trabajando. “Cuando se dan reducciones tenés el problema, desde la Noche de los Bastones Largos, de que los científicos se van al exterior. Tenemos gente muy preparada y se produce una pérdida muy importante a nivel social”.
“Tenemos herramientas para defender esta problemática, una red en el país y también en el exterior. El CONICET funciona como grupo de investigación y como grupo de defensa. Es algo más que un trabajo, es nuestra vida y lo defendemos con orgullo, voluntad y honor”, sostuvieron. Y alertaron: “Los trabajadores tienen mucho miedo, muchos están enojados y se movilizan pero otros están atemorizados. Pero ojo, después del temor viene la bronca”.
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