“La encefalomielitis equina es una enfermedad infecciosa, de carácter viral porque está vinculada a un virus que la produce. La encefalomielitis equina del oeste fue la detectada el año pasado en el brote que tuvimos en nuestro país y afecta principalmente a los equinos, pero tiene como vector de la enfermedad a los mosquitos. Por eso es que en esta época, que está mediada por las altas temperaturas, se facilita el crecimiento poblacional de estos mosquitos, que son los transmisores”, sostuvo la médica veterinaria en comunicación con CIUDAD TV.
La especialista indicó que “esta enfermedad tiene un ciclo biológico que, en realidad, comienza por las aves afectadas, aves o roedores pueden ser portadores pero no enferman”. “Cuando un mosquito pica a estas aves infectadas, ese mismo mosquito actúa de vector picando a un equino sano o a una persona”, explicó. Recordó que esta encefalomielitis equina es de carácter de zoonosis, es decir que puede afectar al humano.
“En eso radica la importancia de un control poblacional de esos mosquitos y de una prevención en los equinos. Y esa prevención se hace a través de la vacunación. Actualmente en el calendario obligatorio de los equinos está esta vacunación contra la encefalomielitis”, remarcó Abson.
En cuanto a los síntomas, detalló que el “animal principalmente experimenta un cambio de actitud, va a cambiar su postura, se va a mantener aislado del resto de la manada, generalmente manifiestan como una deambulación en círculos, apoyan la cabeza contra objetos, agachan las orejas, todo esto hace a una sintomatología más bien febril y neurológica. A eso hay que prestar atención, el animal deja de comer porque también el virus afecta lo que es la musculatura, tiene como una actitud de anorexia y decaimiento general”, agregó.
Vacunación y prevención
En Argentina, la inoculación de estos animales es de carácter obligatorio, en el marco de la emergencia sanitaria, para todos los equinos que habiten el territorio nacional desde los dos meses de edad. El esquema de vacunación cuenta con una primera dosis y una segunda de refuerzo, de acuerdo a los plazos estipulados en la prescripción del laboratorio elaborador. Para aquellos caballos que ya cuenten con el esquema completo es necesaria una revacunación de forma anual.
“Hoy, en nuestro país hay vacunas bivalentes que tienen dentro al virus inactivado de la encefalomielitis del oeste y del este; o polivalentes que tienen estas dos enfermedades y otras, por ejemplo, tétano o influenza. Los esquemas vacunales son que todo equino mayor a dos meses de edad puede recibir la vacuna. Esta se hace con una dosis y luego un refuerzo, generalmente a los 21 días, según el laboratorio que se esté usando; y una revacunación anual previo a las épocas de primavera, en donde hay una mayor posibilidad de contraer esta enfermedad”, indicó sobre el calendario obligatorio del SENASA.
En cuanto a otras las formas de prevención, mencionó que se pueden utilizar la gran mayoría de los repelentes que desde SENASA están autorizados para la especie bovina. “A partir del año pasado, por el brote que tuvimos de encefalomielitis, también se aprobaron repelentes o en realidad caravanas que se colocan en el cuello de los animales que tienen una acción repelente. Eso sí es importante poder aplicar a los animales como así también a las personas”, recalcó.
“Esta enfermedad es de denuncia obligatoria por cualquiera de los canales que tiene SENASA, principalmente las oficinas locales donde el productor está más cercano. Lo que se recomienda desde SENASA, primeramente, cuando el productor la detecta es que no toque ni manipule el animal, sino que en la brevedad llame a un veterinario de confianza y este se comunique con SENASA para poder hacer los diagnósticos correspondientes”, remarcó la médica.
Y señaló que la encefalomielitis “cursa con una sintomatología muy similar a la rabia paresiante, que es una enfermedad también neurológica y también zoonótica”.