Explicó el doctor Sebastián Robledo, sobre la encefalomielitis equina que, “salió una resolución de Senasa de que va a volver a ser obligatoria la vacunación equina en todo el territorio argentino. Entendemos que es una sabia decisión porque por haberse dejado de vacunar en el 2016 nos vimos expuestos a una enfermedad que empieza a reemerger”.
Agregó que “son un grupo de enfermedades que, muchas veces por decisiones de los propietarios, que dejan de vacunar o se rehúsan a hacerlo, comienzan a aparecer, como la encefalomielitis equina, que nos puso en jaque desde noviembre hasta ahora a toda la Argentina, no solamente a los que tienen caballos, sino como es también una zoonosis, se transmite también a las personas”.
Observa que “siempre decimos que si hay vacunas hay que usarlas. Por suerte hay muchos propietarios que igual siguieron vacunando, porque si bien no era obligatorio sí era opcional. Esta normativa nueva es una de las medidas con la que estamos combatiendo a esta enfermedad. La vacuna debe ser aplicada por un profesional, porque hay que evaluar una serie de circunstancias, como la edad, situación del equino, etc.”.
Luego, acota que “para estas enfermedades tiene que haber un control profesional, porque pone en riesgo también a la población”, y añade que “la primer vacuna se pone a los potrillos de 2 meses, una revacunación a los 45 días, y después una vez al año. En los adultos también, primero una vacuna y después una vez al año”, pero no se aconseja vacunar cuando el animal ya está con la enfermedad, porque “no tiene sentido”.
Insiste más adelante que “en el 2016 se dejó de vacunar, entiendo porque se hicieron estudios y no había circulación viral. En estos meses se dieron una serie de factores, como El Niño con mayores precipitaciones, otros que tienen que ver con lo ambiental, porque esta enfermedad pasa de las aves a los mosquitos. Es una señal en el aspecto climático de lo que estamos haciendo mal y debemos estar preparados. También están el dengue, fiebre amarilla y otras enfermedades que tienen que ver con lo silvestre”.
En lo que hace a la situación en el Chaco, afirma que “bajó el número de casos confirmados, pero puede haber casos de los que no tenemos información. O sea que tenemos cierta tranquilidad”.
Afirma que “la tranquilidad llega con varias medidas sanitarias que se tomaron desde Senasa, preparadas para cuando hay un brote. Hay 2 vacunas nacionales y una importada. El médico veterinario las puede conseguir desde las distribuidoras y es accesible. Hay disponibilidad”,
Menciona Robledo que en Argentina se usa mucho el caballo para eventos culturales o religiosos, y que algunos fueron suspendidos por el tema de la enfermedad, y reitera que “la vacuna previene la enfermedad, o sea prepara el cuerpo para cuando ingrese el virus, y lo protege”, y advierte que “desde febrero se van a realizar controles. Creo que lo primero va a ser controles en ruta. Y después la concientización de la gente para que vacune”.
Finalmente, y evaluando a nivel país, considera que “Corrientes y Entre Ríos fueron los primeros casos registrados, y en comparación el Chaco no fue tan afectado”, concluyendo con que el clima tiene mucho que ver, la migración de aves que tuvo que ver con factores humanos, y vertiendo las “recomendaciones de siempre. A la gente de campo usar ropa manga larga, cubrirse lo más posible, evitar lugares donde hay mosquitos –que es muy difícil-, desmalezamiento alrededor de la casa y mucho repelente, que también hay para caballos”.