Al asumir la presidencia del Tribunal de Cuentas, la contador Elda Pértile expresó que “corona esa lucha que en aquel momento se inició, hace muchos años. Sin dudas es una nueva oportunidad de trabajar por el Tribunal en la gestión del organismo, en su administración”.
Añadió que “los ejes que me he propuesto es ver si podemos lograr de terminar el edificio propio porque estamos trabajando muy precariamente, y ya cada vez son más limitadas nuestras posibilidades de cumplir cabalmente con nuestros deberes”.
Observó que “también necesitamos mucho equipamiento. Está previsto en el presupuesto de este año, en el que he trabajado. Y también es un eje importantísimo lo que pretendo en materia de capacitación, de debates internos para unificar criterios del Tribunal, talleres de trabajo. Sé que tenemos material humano riquísimo, que es capaz de dar mucho”.
Consideró que “es una muy buena oportunidad. Igual no hay que plantearse mucho porque un año es muy corto”, y recordó que “el Tribunal de Cuentas tiene la función, la responsabilidad como órgano de control externo, de juzgar las rendiciones de cuentas de todos los organismos del Estado, provincial y municipal. Hay una presidencia que es rotativa, que en este caso la asumo yo, pero hay dos Salas: una de Administración Municipal, que tiene el control de los municipios, con dos vocalías y un coordinador; y una sala de Administración Provincial, que también tiene dos vocales y un coordinador, que tiene a su cargo todos los organismos y empresas del Estado”.
Aclaró Elda Pértile que “donde hay dinero del Estado que se administra, donde hay una gestión de fondos estatales, está el Tribunal de Cuentas ejerciendo el control externo. Y nos expresamos a través de fallos. Somos un órgano de rango constitucional, y para las rendiciones de cuentas tenemos un plazo de 180 días, inalterable, para estudiar las cuentas y expresarnos”, concluyó.