Por el ing. José Sesma
Para lograrlo, es imperativo que el Gobierno Nacional declare de Interés Público el uso del Gas Natural Comprimido (GNC) y el Gas Natural Licuado (GNL) en el transporte de carga, pasajeros y vehículos particulares. Además, se presente un proyecto de Ley para establecer un precio federal e igualitario para el GNC y el GNL en todo el territorio argentino.
El GNC y el GNL, se revalidaron en los últimos años como el producto energético ideal para la transición hacia una nueva matriz del transporte de cargas y de pasajeros.
El GNC y el GNL se han consolidado como opciones ideales para la transición hacia una matriz de transporte más sostenible en Argentina. Estos combustibles se destacan por su atractivo menor costo, disponibilidad gracias a la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y beneficios ambientales.
El GNC y el GNL se perfilan como las opciones más prometedoras para el futuro del transporte y la industria en Argentina.
En ese sendero, para que el GNC y el GNL dejen de ser marginales en el sector del transporte, es necesario un enfoque integral que abarque aspectos financieros, de infraestructura, formación y regulación. Al hacerlo, se puede promover la adopción masiva de estos combustibles limpios, lo que beneficiará tanto a los transportistas en términos de costos como al medio ambiente en términos de reducción de emisiones contaminantes.
En este sentido, YPF está en condiciones de llevar a cabo un proyecto nacional que implicaría la creación de cinco corredores nacionales, donde se podrá recorrer todo el país incluyendo la Región NEA y que contará con estaciones de carga rápida, (tiempo máximo de 8 minutos), que no estarían a más de 300 kilómetros de distancia entre sí. Estos corredores, conocidos como “corredores verdes y azules”, contarían con estaciones de servicio duales que ofrecerían tanto combustibles líquidos tradicionales como GNC y GNL.
En la Argentina existen unas 2.200 estaciones de carga de GNC, expandidas en 500 localidades de 19 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con un parque automotor de 1.750.000 de vehículos livianos convertidos, un 11,61% del parque automotor de la Argentina que a fines del año 2022 era de 15.079.041.
Esta cantidad de estaciones se podrá potenciar incorporando puntos de cargas en regiones como la Mesopotamia, el Noroeste y la Patagonia, pero además de extender los corredores a los principales pasos con Chile y Brasil.
Esta transformación de la matriz que busca diversificar el dominio de los combustibles fósiles en el transporte se impone con la premisa de preservar el medio ambiente, disminuir los costos de la logística del país, pero sobretodo el sumar valor agregado a la producción industrial y tecnológica local e incluso mejorar la balanza comercial.
Pero también el desarrollo de estos combustibles menos contaminantes es una de las alternativas de generación de demanda para el gas incremental de la formación de Vaca Muerta, en la cuenca Neuquina ya que se estima que el desarrollo del nuevo esquema permitiría pasar de la actual demanda de GNC de casi 7 millones hasta los 23 millones de metros cúbicos diarios.
En este sentido, y además de estar adecuando las normativas técnicas necesarias, el ENARGAS está “delimitando un Corredor Verde del GNC y un Corredor Azul del GNL, con puntos de carga, destinados al abastecimiento de vehículos pesados”.
A nivel internacional, hay una tendencia a promover la descarbonización de los medios de transporte -no sólo por carretera sino también en ferrocarriles y barcazas-, ya que se estima que entre un 30% y un 40% es utilizado para desplazar productos de consumo, con un nivel de emisiones muy relevantes en orden del 14% del total.
El GNC y el GNL, no sólo son mucho más económicos que otros combustibles líquidos, sino que su mayor demanda permitiría pensar en un punto de equilibrio de costos de producción que apalanque las inversiones en exploración y producción de las 24 cuencas gasíferas del País, con una demanda constante durante todo el año, sin picos ni valles.
También permitiría reemplazar importaciones de combustibles líquidos, sobre todo gasoil, disminuir los subsidios al transporte si se enfoca en el desarrollo de buses de pasajeros urbanos y larga distancia, contar con menores efectos contaminantes de emisiones de dióxido de carbono (CO2) casi nulas y acompañar el desarrollo de un entramado industrial de larga historia en el país.
Las proyecciones del proyecto también destacan que se podrá promover el incremento del actual 11,61% del parque automotor convertido a GNC a un 23,21% del total circulante, a mediano plazo, incluyendo camiones, pesados, transporte interurbano y urbano.
La Región NEA cuenta un parque automotor de 918.822 en total, un 6,10% de todo el País, y solo en la provincia de Entre Ríos cuentan con vehículos convertidos a GNC, lo que denota un gran mercado a ser adaptados para el uso del GNC y el GNL.
De acuerdo al ENARGAS a diario se despacha un promedio de 7 MMm3 de gas para las estaciones de recarga, aunque se admite que el número supera los dos millones si se cuentan aquellos que no tienen sus obleas de revisión al día. Pero la cifra se multiplicaría si se gana la batalla de la conversión de los transportes pesados que cruzan todo el territorio argentino.
Respecto de esto, en el sector se explica que el equivalente aproximado del total del gasoil que se consume en distintos sectores productivos y de logística -incluye el transporte urbano- equivale a unos 40 MMm3 diarios de demanda, con lo cual sólo pensar en reemplazar la mitad ese volumen por un combustible alternativo más económico y amigable con el medio ambiente y que sustituya importaciones, significaría unos 20 MMm3 de demanda.
En el contenido del plan nacional, se prevé para el corto plazo que el 10% de las nuevas unidades que se incorporen a la vía pública sean a gas natural (9%) y eléctricas (1%) lo que generará un ahorro anual de 41 millones de litros de nafta y 96 millones de litros de gasoil.
Además, para 2030, el objetivo es que haya 15.000 colectivos funcionando a Gas, generando un ahorro de 1.800 millones de litros de gasoil; 150.000 camiones a Gas, reduciendo en 2.600 millones de litros el consumo de Gas Oíl; y que el 25% del total del parque automotor sea Gas.
Con un Corredor Verde que comercialice GNC y un Corredor Azul donde se expenda GNL para el transporte de larga distancia en un Corredor Bioceánico desde Porto Alegre-Brasil a Antofagasta-Chile, no solo abarataría el costo logístico de carga, sino que además impediría el contrabando de combustible ya que no se puede trasvasar o extraer el Gas una vez cargado en el vehículo.
Además si el Corredor Bioceánico en el Trópico de Capricornio es dual – es decir, vial y ferroviario -, la Argentina ya está probando locomotoras con ese combustible.
Es el momento ideal para que el Norte Grande de la Argentina cuente con ese Corredor Bioceánico y que además sean corredores Verdes y Azul que comercializando Gas Natural como combustible y la Argentina estará a la vanguardia en el mundo masificando su uso.