Florencia Mansilla (28) había sido procesada por “homicidio simple” el 4 de enero de este año, a través de un fallo de la jueza de instrucción 3 Cecilia Cataldo que llamó la atención porque no incluyó la “prisión preventiva” de la acusada, quien permanece en libertad mientras se sustancia el proceso.
Sin embargo, el fiscal mayor de Río Grande, Martín Bramatti, halló “nuevos elementos de prueba” como para atribuirle a Mansilla haber actuado de forma premeditada y con alevosía, por lo que solicitó que fuera indagada nuevamente bajo la figura de “homicidio agravado”.
Cumplido con ese proceso, la jueza Cataldo decidió en las últimas horas no hacer lugar al pedido fiscal y mantener la acusación de “homicidio simple”, explicaron los voceros judiciales consultados.
La mujer acudió al domicilio de su expareja, Alexis Baciocchi (35), el 18 de diciembre de 2022 y, según las pericias, primero lo inmovilizó con un golpe y luego le asestó ocho puñaladas.
Al salir de la vivienda donde cometió el crimen, y todavía con las manos manchadas de sangre, Mansilla filmó un video confesando el crimen.
En la filmación explicó que había matado a Baciocchi, un tatuador y profesor de música, porque la acosaba sexualmente y amenazaba a sus hijos y a otros familiares.
“Hace un tiempo que me amenazaba. Decía que yo era de él, que él era mi dueño. Y no paraba. Así que hoy le dije que lo iba a ver. Vine a su casa y le dije lo mal que me sentía, todo el tiempo. Traté de ser sincera. Le avisé que lo quería matar porque no me dejaba tranquila y soñaba muchas cosas”, explicó en el video que subió después a las redes sociales.
Allí admitió: “Discutimos y lo apuñalé, no sé cuántas veces, porque se movía mucho, todo el tiempo se movía. No me dejaba hacer algo limpio para que no sufriera. En realidad quería que sufriera pero mi intención no era quitarle la vida, sino asustarlo tanto como para que no se pudiera meter nunca más conmigo”, agregó la joven mientras esperaba la llegada de la Policía y se encontraba en evidente estado de shock.
Al procesarla en enero pasado, la jueza Cataldo le concedió a Mansilla la excarcelación, al entender que su libertad “no constituía riesgo procesal”.
También dispuso su internación en el área de Salud Mental del hospital de la ciudad debido a una pericia psiquiátrica que determinó un “peligro potencial para sí y para terceros”.
La mujer fue luego derivada a Buenos Aires y meses más tarde retornó a la provincia, donde cumple con un tratamiento ambulatorio.
La resolución que descartó la figura del “homicidio agravado” puede ser recurrida ante la Cámara de Apelaciones de Río Grande, advirtieron los voceros consultados.
Télam