La empresa, junto con otras distribuidoras a nivel nacional, solicitó incrementos tarifarios mensuales que oscilan entre el 350 por ciento y el 700 por ciento, basándose en el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) y aplicando el criterio del DNU 55 Emergencia del Sector Energético Nacional.
El Dr. Gialluca destacó la necesidad de considerar la segmentación de los subsidios en la distribución de gas, dividiéndose en N1 para los de mayores ingresos sin subsidios, N2 para bajos ingresos y N3 para ingresos medios.
En este contexto, rechazó la propuesta de “Movilidad Tarifaria Mensual” y propuso al ENARGAS fijar topes, autorizando incrementos en consonancia con los aumentos del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM).
Subrayó la importancia de respetar los criterios establecidos por la CSJN para evitar tarifas confiscatorias, garantizando gradualidad, razonabilidad y consideración de la situación socioeconómica de los usuarios.
Respecto a la “Reversión del Gasoducto del Norte”, fundamental para abastecer de gas por redes a provincias del norte argentino y exportar a Brasil, el Defensor planteó al ENARGAS la exclusión de las provincias del NEA en este proyecto.
Desde 1997, la Distribuidora GASNEA en Formosa cuenta con no más de 100 clientes, pagando tarifas mensuales de $1,200/$2,000, dejando a cientos de miles de hogares formoseños dependientes del gas envasado a costos prohibitivos.
Gialluca solicitó la inclusión del NEA en la Reversión del Gasoducto del Norte, enfatizando sus beneficios para pymes, comercios e industrias en la región.
El Defensor del Pueblo subrayó que, dada la situación climática, los mayores impactos económicos para los usuarios residenciales del NEA se experimentan a través del uso indispensable de la energía eléctrica.
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