En un documento de trabajo generado en el XLI Plenario de Decanos y Decanas de Ciencias Sociales de las universidades nacionales, realizado en la Universidad Nacional de General Sarmiento, postularon “la necesidad de un movimiento inverso: esta debe ser la hora de las ciencias sociales y las humanidades. Son nuestras disciplinas las que pueden ofrecer algo de esclarecimiento sobre el momento político, económico y social que atravesamos. Es el pensamiento crítico el que puede contestar a este nuevo emergente anticientífico, anticultural, antisocial de dominación”.
En el texto, titulado “Las Ciencias Sociales frente a coyunturas críticas: comprender para transformar”, las autoridades académicas sostuvieron que “son nuestras reflexiones las que pueden ofrecer una palabra ética sobre la importancia de las instituciones y las políticas públicas que combaten la desigualdad, de las prácticas sociales que enarbolan principios como la Justicia Social, la Verdad, la Memoria y la Justicia. Son nuestras disciplinas las que pueden ejercer al mismo tiempo la crítica y la defensa de la democracia, del sistema electoral, del Estado y de los partidos políticos”.
Los discursos de odio que se promueven desde las más altas esferas del poder derivan en prácticas sociales de violencia que son festejadas o celebradas”.
Al “conceptualizar la presente era”, desde el CODESOC advirtieron que “nos encontramos ante la novedad de una época que enarbola un sentido particular del padecimiento social y que ha sido cifrada con el nombre de crueldad”.
Los “discursos de odio que se promueven desde las más altas esferas del poder derivan en prácticas sociales de violencia que son festejadas o celebradas”, puntualizaron, y advirtieron “que un hilo une los cuestionamientos que caen sobre las autoridades de nuestras casas de estudio con las amenazas de muerte que sufren militantes estudiantiles y diferentes miembros de la comunidad educativa en distintas partes del país. Este hilo se enlaza con la estigmatización a militantes y organizaciones sociales y el desfinanciamiento de agencias públicas de comunicación, de cultura y de promoción social”.
A modo de conclusión, el CODESOC ratificó “un profundo compromiso con el cambio social” y “la defensa del enfoque de derechos y de promover la reconstitución del lazo de comunidad como pilar esencial para un desarrollo pleno de nuestras generaciones futuras”.
El CODESOC se define como “un espacio colectivo de unión, reflexión, análisis y propuestas, donde las Ciencias Sociales y Humanas adquieren voz a través de quienes representamos a las Unidades Académicas de las Universidades Públicas que dictan carreras de Sociología, Ciencia Política, Comunicación Social y Trabajo Social”.
El consejo está integrado por facultades de decenas de Universidades como la UBA, y las nacionales Jauretche, Avellaneda, Lomas de Zamora, Comahue, La Rioja, Misiones, Río Negro, Salta, Santiago del Estero, Catamarca, Cuyo y La Plata, entre otras.
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