“El príncipe de Nanawa” tuvo el mejor estreno mundial jamás imaginado: ganó el Gran Premio del Jurado a la mejor película en la Competencia Internacional de la 56ª edición de Visions du Réel, International Film Festival Nyon, que se lleva a cabo en Suiza.
Se trata de una verdadera proeza audiovisual producida durante diez años por Clarisa Navas y Lucas Olivares, cineastas que tomaron reconocimiento con la película Las Mil y Una (2020), realizada en Corrientes y que llegó al catalogo de Netflix en 2021. El reconocimiento reciente despertó el interés de medios especializados y abrió un camino hacia los premios Óscar.
El trabajo es una coproducción entre realizadores argentinos, paraguayos, colombianos y alemanes. Las mentes principales detrás del trabajo, además de los correntinos, son Liz Haedo (asistente de dirección), Eugenia Campos (producción ejecutiva) y Mercedes Gaviria (sonido). Gentil Cine (Argentina) y Tekoha Audiovisual (Paraguay) son las principales productoras asociadas para este ambicioso proyecto.
El largometraje sigue la historia de Ángel, quien al principio del rodaje tenía 9 años. Está localizado en pueblo de Nanawa, al sur del departamento de Presidente Hayes (Paraguay), en la frontera misma con Clorinda, ciudad Formosa. “El arco narrativo gira en torno a cómo van cambiando sus sueños y sus vínculos. También cómo se da la construcción de la masculinidad y la identidad misma”, resumió Navas en una entrevista con diario época.
En Visions du Réel, el documental de los correntinos compitió con otras 14 producciones de todo el mundo, seleccionadas exclusivamente para el evento. Vale destacar que era el único largometraje argentino en competencia y el segundo de Sudamérica seguido por Aurora (Brasil).
Con notable emoción en sus palabras y un día después de la premiación, los realizadores expresaron ayer a diario época: “Estamos muy felices, ya que ganamos el premio máximo del festival más importante del mundo en documentales. Además, surgieron distintas invitaciones para que la producción siga su camino por distintos lugares del mundo”.
Vale recordar que antes de su estreno en Suiza, El príncipe de Nanawa ya tenía programado llegar a salas de cine argentino a mitad de año. A su vez, el festival es una gran vidriera para las producciones de estilo independiente. Por ello, no descartan que la cinta llegue a plataformas de streaming.
“Es una distinción enorme para el cine argentino, es un momento muy difícil de la historia. Esta distinción incentiva a realizadores nacionales y ayuda a valorar los trabajos que salen desde nuestro país”, remarcó Navas. Bien vale señalar que los productores no contaron con apoyo por parte del Estado nacional y provincial. Hasta su viaje al festival tuvo que ser solventado con la toma de créditos, venta de rifas y donaciones.
La devolución del jurado, por unanimidad, no dejó lugar a dudas: “Se trata de una película en la que el proceso y el documento son indisociables. Con confianza y humildad, se mueve entre la autoficción, la ficción y la no ficción, resistiéndose a las narrativas hegemónicas. La cámara se convierte en un instrumento comunitario y familiar que registra con pasión el microcosmos de la juventud, mientras negocia fronteras y límites”.
Si bien le resta mucho camino por recorrer, la premiación expone un potencial enorme para el documental. Por ejemplo, el largometraje No Other Land (2024), que ganó un premio Óscar, recibió el Audience Award (premio entregado por le público) en el festival de Suiza el año pasado.
Incluso Variety, un semanario estadounidense dedicado al cine y a la cultura popular, le dedicó un artículo a la consagración de los correntinos: “Visons du Réel Crows “The Pirnce of Nanawa” as Grand Prix Winner.
Diario Época