Hace 32 años la Asociación Correntina de Ortopedia Funcional de los Maxilares ‘Dra. Beatriz Segre’ (Acoem) de la ciudad de Corrientes atiende a más de 160 niños de bajos recursos. Sus profesionales día a día trabajan por la salud de los más pequeños sin recibir nada a cambio. Sin embargo, temen quedarse en la calle ya que deben dejar cuánto antes la sede por calle Santa Fe al 1039, por los altos costos de alquiler.
Buscan un lugar propio
El drama comenzó hace un mes, cuando les comunicaron que debían dejar su espacio de trabajo por calle Santa Fe al 1039 de la ciudad de Corrientes. En los últimos días acordaron un plazo de 1 año para dejar el lugar, sin embargo el alquiler aumentó a $600.000 y es un costo que apenas pueden pagar. El sitio funciona por la autofinanciación de socios y por el dictado de cursos de posgrado ortopedia y ortodoncia.
La presidenta de la Asociación Correntina de Ortopedia Funcional de los Maxilares, Claudia Bagliani, señaló a El Litoral que: “Siempre alquilamos, nunca tuvimos sede propia. Esta casa la alquilamos hace 3 años, con la promesa de quedarnos por 8 años, pero nos tenemos que retirar antes de tiempo. El alquiler sale 600.000 pesos y es un precio muy alto, pero nuestro mayor temor es quedarnos sin un lugar”.
A lo largo de su historia pasaron por seis casas, debido a que nunca pudieron contar con un edificio propio. Trataron por todos los medios y no encuentran solución alguna, los costos se incrementan y corren peligro de quedar en la calle. Debido a esto piden ayuda para cumplir su sueño de una casa propia dónde poder dar un mejor servicio a más cantidad de pacientes.
“Lo ideal sería tener un lugar propio, con amplios espacios para atender a más chicos. Nosotros estamos haciendo una hermosa labor, ponemos alma, vida, corazón y horas de sueño. Nadie nos paga por hacer esto, lo hacemos porque queremos lo mejor para los chicos”, señaló a El Litoral, la odontóloga y ex presidenta de la asociación Sandra Leonora Aráoz.

Por día atienden a niños/as desde los 3 años y adolescentes de hasta 18 años, que llegan desde distintas partes de la provincia como San Luis del Palmar, Empedrado, Riachuelo, Paso de la Patria, Saladas, entre otros. A esto se le suma el tratamiento a jóvenes de Chaco y Formosa debido a que es el único lugar del NEA que ofrece este tipo de tratamiento a bajo costo. En la mayoría de los casos los pacientes son derivados de los centros de salud públicos ya sean del Hospital Pediátrico Juan Pablo II, o de las Salas de Atención Primarias de Salud.
Además de escuelas primarias y secundarias de la provincia, y asociaciones gremiales.
“No hay nadie quien lo haga, atendemos niños que no tienen para ir a pagar a un privado. Un tratamiento de este tipo cuesta entre 200 y 250 dólares, es costoso. Acá todos los pacientes son iguales, a los papás no les alcanza para pagar 200 dólares”, explicaron a este medio las profesionales.
Los pacientes pagan una módica cuota mensual de $4.000 por mes, esto corresponde a menos de la mitad de lo que podrían pagar en cualquier tratamiento privado. Para la colocación del aparato se cobra $50.000, dando la posibilidad de pagar en 4 cuotas. No hay ninguna obra social que les cubra el tratamiento ortopédico.
María Claudia Bagliani y Sandra Leonora Aráoz trabajan ad honoren, al igual que otras ocho personas. Se turnan miércoles, jueves y sábado en doble jornada y hacen hasta lo imposible para brindarle ayuda a los más pequeños. Por día llegan a atender hasta 40 pacientes.
La manera de autofinanciarse es a través de cursos de posgrados a profesionales.
De esta manera hasta 89 odontólogos de todo el NEA brindan atenciones a pequeños y son guiados por especialistas de ortodoncia y ortopedia de primer nivel como Luis Alfredo Miranda y Mario Pistoni que forman parte de la Asociación Argentina de Odontólogos.
La ortopedia consiste en el tratamiento enfocado en los niños. Con esto se previene la dislalia, por lo tanto, se trabaja en la formación ósea sobre los maxilares superiores e inferiores. El proceso puede llegar a tardar 2 años como mínimo. “Se trabaja sobre estructuras óseas, si el niño adopta algún mal hábito o va teniendo una mala posición de los maxilares, el aparato hace de tutor como si fuera una plantita y lo va enderezado. Estos aparatos son removibles porque los niños están en crecimiento”, explicó a este medio Sandra Leonora Aráoz.
Comienzos
La institución nació desde 1992 en la ciudad de Corrientes, fundada por un grupo de profesionales ortopediatrias que decidieron formarse en ortopedia, y para que esto sea posible trajeron a especialistas de todo el país. Con solo 3 sillones donados por la Asociación Argentina de Odontólogos comenzaron las atenciones a bajo costo.
Con el tiempo fueron comprando otros, algunos usados, ya que actualmente el costo de uno nuevo podría rondar los 4 millones.
Por el momento se financian con los cursos de primer nivel de ortopedia y ortodoncia, su lucha continuará hasta encontrar un lugar propio dónde poder realizar sus atenciones a pequeños de toda la región.
ellitoral.com.ar