Arabia Saudita presidirá el foro de igualdad de género de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), uno de los principales espacios que protegen y promueven los derechos de las mujeres a nivel internacional. La potencia petrolera de Golfo Pérsico ostentará el cargo hasta 2025, a pesar de las críticas que realizaron organizaciones de derechos humanos por el “atroz historial” que tiene el país en la materia.
La semana pasada Arabia Saudita fue elegida para presidir la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), la misma que hace dos años expulsó a Irán por el caso de Mahsa Amini. “El empoderamiento de las mujeres es un objetivo colectivo de la comunidad internacional (…) hacia el cual el Reino de Arabia Saudita ha dado pasos importantes y las reformas aún están en marcha”, indicó la delegación saudí.
El nombramiento, que fue dictado de forma unánime y a falta de otro candidato, encaja con la intención del país árabe de “limpiar su imagen” internacional para atraer inversiones y turistas, tal como viene demostrando con sus millonarias inversiones en el mundo deportivo.
Sin embargo, la candidatura disparó una catarata de críticas de organizaciones de derechos humanos que destacaron algunas de las políticas saudíes que van en contra del empoderamiento femenino. Además, cuestionaron que la propia ONU permitió que ocurriera a pesar de que reconoce que, en cuanto al progreso de las mujeres, a Arabia Saudita le “queda mucho camino por recorrer”.
Nombramiento y polémica
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer está compuesta de 45 países miembros de la ONU, obedeciendo a criterios geográficos. Consta de 13 miembros de África, 11 de Asia, nueve de América Latina y el Caribe, ocho de Europa Occidental y otros estados, y cuatro de Europa del Este.
Los mandatos duran cuatro años, mientras que la presidencia cambia de manera rotativa cada dos años. Arabia Saudita, que será miembro del foro hasta 2027 como parte del bloque asiático, fue elegido para reemplazar a Filipinas en la presidencia en 2025, sin recibir ningún tipo de objeción del resto de los países con los que comparte el espacio.
El hecho, en tanto, desató las protestas de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW). “Arabia Saudita discrimina sistemáticamente a las mujeres y persigue a los activistas por los derechos de las mujeres”, indicó Louis Charbonneau, director de HRW para las Naciones Unidas.
“Las delegaciones que asistan a la reunión anual de este año de la Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) deberían oponerse a la candidatura de Arabia Saudita, que tiene un historial atroz en materia de derechos de las mujeres, y seleccionar un país comprometido con la defensa de los derechos de las mujeres”, había afirmado previo al nombramiento.
Entre las políticas saudíes más criticadas por la comunidad internacional figuran que las mujeres puedan ser detenidas o arrestadas por no comportarse o vestirse de la manera dictada, por desobedecer a sus “guardianes” masculinos o por expresar opiniones políticas.
Además, Charbonneau destacó que los dirigentes de Arabia Saudita presentan su reciente ley sobre el “estatus personal” como “progresista” y en favor de las mujeres. “Pero esa ley consagra formalmente la tutela masculina sobre las mujeres e incluye disposiciones que facilitan la violencia doméstica y el abuso sexual en el matrimonio”, apuntó.
Por otro lado, el representante de HRW ante la ONU criticó al resto de los miembros del foro por no protestar contra el nombramiento saudí a diferencia de lo que ocurrió en 2022 con Irán, cuando gobiernos occidentales impulsaron su expulsión tras las protestas a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini en manos de la policía de la moral iraní.
“Los diplomáticos del grupo regional occidental de la ONU reconocieron en privado los problemas de la candidatura saudí. Pero no piensan oponerse ni convocar una votación registrada, porque no quieren sentar un precedente”, agregó Charbonneau, una de las voces más críticas del asunto.
La imagen de Arabia Saudita
Una vez que asuma Abdulaziz bin Mohamed al-Wasel, el embajador saudí ante la ONU, ante el CSW, la comunidad internacional seguirá de cerca las iniciativas sobre la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, algo que quedará en evidencia en la conferencia anual de 2025.
El Reino saudí, en tanto, continúa con su política para “limpiar su imagen” internacional a través de distintas iniciativas, entre las que destacan el mundo del deporte. A tal nivel que acogerá las tres próximas ediciones del WTA Finals, conocido como Masters femenino de tenis. Esto generó nuevamente críticas de diversos sectores, que fueron desestimadas por la presidenta de la Federación Saudita de tenis, Arij Mutabagani, la primera mujer al frente de una federación deportiva en el país.
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