El traspaso de mando es una instancia ordenada por la Constitución nacional. El artículo 93 de la Carta Magna señala que el Presidente electo por el pueblo debe recibir los atributos de su investidura en la Casa Rosada, después de jurar ante el Congreso, y de manos del Presidente saliente. Así lo marcan la tradición y la lógica porque la Casa Rosada es la sede del ejercicio del poder presidencial.
No obstante, al cambio abismal de color político, llena de intrigas el camino hacia la transición presidencial. Cuatro años atrás, Fernández atravesó la explanada de Casa Rosada para reunirse con el entonces presidente, Mauricio Macri, quien no bajó a recibirlo. En esa ocasión, ambos mantuvieron un encuentro que duró una hora y al cual calificaron como “positivo” al día siguiente de los comicios.
A priori, el saludo del primer mandatario a su sucesor fue escueto: “El pueblo ha expresado su voluntad. Millones de argentinas y argentinos concurrieron a votar y definieron el destino de la patria por los próximos 4 años”.
Lo cierto es que Alberto Fernández, que mantuvo un bajo perfil durante toda la campaña, tiene agendado un viaje a Río de Janeiro con motivo de la Cumbre del Mercosur, que se celebrará en Brasil.
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